Junio es el mes del Día del Padre en más de 70 países alrededor del mundo. En Estados Unidos, Reino Unido y gran parte de Latinoamérica, la celebración tiene lugar el tercer domingo del mes. En países como Guatemala y El Salvador es el 17 de junio, y en Nicaragua, el 23. Sin embargo, a pesar de tener una fecha oficialmente establecida, es evidente que esta conmemoración no genera la misma atención —ni comercial, ni emocional— que el Día de la Madre.
La diferencia es notoria, sobre todo en términos de publicidad, mercadeo, regalos y cobertura social. Las vitrinas se llenan de flores, promociones y mensajes emotivos para mamá, mientras que el homenaje al padre suele ser más discreto y menos explotado comercialmente.
Esto no significa que los papás sean menos importantes. De hecho, múltiples estudios resaltan el papel esencial de la figura paterna en el desarrollo emocional, social y psicológico de los hijos. Sin embargo, la percepción social hacia la paternidad es distinta, posiblemente por los roles tradicionales asignados a cada figura.
Roles tradicionales y visibilidad
El estudio Modern Parenthood del Pew Research Center indica que, en promedio, los padres dedican 7 horas a la semana al cuidado de los hijos. Aunque eso representa un aumento respecto a generaciones anteriores (en 1965 eran menos de 3 horas), sigue siendo la mitad del tiempo que dedican las madres: 14 horas semanales.
Históricamente, la madre ha sido vista como la figura central del hogar, mientras que al padre se le ha asociado más con el rol de proveedor económico. Aunque los roles familiares están cambiando, esa percepción sigue afectando la forma en que se conmemora cada fecha.
Existe una creencia generalizada de que las mamás merecen mejores regalos porque se percibe que son quienes más aportan a la vida hogareña", señala el Dr. Lars Perner, experto en psicología del consumidor de la Universidad del Sur de California. En otras palabras, pasamos más tiempo con mamá, y eso impacta también en cuánto y cómo celebramos.
Paternidades más involucradas, pero aún invisibles
La transformación de los roles familiares también ha tocado a los hombres. El estudio The New Dad: caring, committed and conflicted revela que un 6 % de padres estadounidenses han negociado horarios de trabajo más flexibles tras el nacimiento de sus hijos. Además, un 75 % asegura que habría querido una licencia de paternidad más prolongada.
Sin embargo, como indica Perner, muchos padres aún parecen menos interesados en gestos materiales. "No están tan enfocados en los regalos. En general no esperan que alguien se sienta obligado a comprarles cosas", explica.
No obstante, esto está empezando a cambiar. El profesor Kyle Murray, de la Escuela de Negocios de Alberta (Canadá), afirma que el gasto en el Día del Padre ha ido en aumento. "Antes el enfoque del comercio era el Día de la Madre, por el alto nivel de consumo. Pero ahora, con los nuevos roles familiares, es lógico que también haya más interés en homenajear a los papás", dice.
Un mercado que empieza a adaptarse
Los comercios han comenzado a notar estos cambios. Las promociones dirigidas a papás son cada vez más comunes, aunque aún lejos del impacto que logran las campañas dirigidas a las madres. Según Kit Yarrow, psicóloga del consumo de la Universidad Golden Gate en San Francisco, esto también responde a una relación más cercana entre los padres de hoy y sus hijos.
Los papás modernos tienen una conexión más emotiva con sus hijos, lo que hace más fácil regalarles algo que realmente les guste. Sus hijos los conocen mejor", apunta.
Aunque el Día del Padre aún no logra igualar la atención que recibe el Día de la Madre, el camino hacia un reconocimiento más equilibrado ya empezó. Las nuevas generaciones de padres reclaman más tiempo en casa, más cercanía con sus hijos y, poco a poco, también más visibilidad.
