Cientos de personas llegan al templo de Santo Domingo de Guzmán para venerar la imagen de la Virgen del Rosario, Patrona de Guatemala, pero también para degustar los diversos platillos que ahí se ofertan.
Decenas de comerciantes se congregan año con año en el atrio y calles aledañas a la iglesia, para montar sus champas y ofrecer diversidad de productos de la gastronomía guatemalteca.
Dulces de conserva, garnachas, tostadas, atoles, elotes locos, buñuelos, molletes, roscas, shecas y alborotos. También hay variedad de juguetes para los niños.