La Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) señaló hoy, mediante un comunicado de prensa que “es evidente que en el país existe una dinámica de corrupción, que ha permeado la vida política de la ciudadanía, con consecuencias fatales para todos”.
Según los religiosos “su grave incidencia en el sistema penitenciario, en la evasión de los impuestos, en la administración pública de los bienes del Estado, en la aplicación de la justicia, es un factor decisivo en el proceso de deshumanización”.
En el documento, firmado por monseñor Gonzalo de Villa, presidente de la CEG, señalan que “la lucha contra la corrupción debe mantenerse como un eje central en el accionar de la justicia, del Ministerio Público y de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig)”.
“La larga historia de corrupción e impunidad que ha caracterizado a Guatemala ha hecho necesaria su presencia”, agrega.
La Cicig es fundamental
Para le CEG, el papel de la Cicig ha sido fundamental y “es a todas luces indispensable”.
“Todo intento por debilitarla favorecerá la impunidad y afectará gravemente todos los esfuerzos en la lucha contra la corrupción. Pero no debemos olvidar que ésta es una responsabilidad de todos”, insiste.
A su juicio: “El mandato de la Cicig de combatir los cuerpos ilegales y los aparatos clandestinos incrustados en los órganos del Estado limita el alcance de su acción. Por eso urgimos al Ministerio Público para que también investigue, con sus propios recursos investigativos, otras formas de corrupción y criminalidad en organizaciones no estatales, salvaguardando lo que la Constitución establece referente a la presunción de inocencia y al debido proceso (Art. 14)”.
Arremete contra el Congreso
Los religiosos de la CEG señalan: “Creemos que el Congreso y su iniciativa del 13 de septiembre de frenar el desarrollo de los antejuicios contra los diputados y apoyar legalmente la impunidad, demuestra a las claras la falta de conciencia ética en muchos diputados y que es absolutamente necesario un cambio urgente en los mecanismos de elección de los mismos”.
Agrega: “Dicho cambio debe incluir la determinación de un perfil de los candidatos, en el cual se integre como componentes esenciales, la dimensión ética y los conocimientos adecuados para legislar. Así, esperamos que en el futuro, el Congreso recupere su credibilidad”.