Con el fin de aumentar los niveles de competitividad y facilitar el comercio exterior y la integración regional, Chile está enfocado en generar encadenamientos productivos en Guatemala, Centroamérica y el Caribe, para adaptarse a un sector cambiante.
“Lo que buscamos es, a través de inversiones directas, ayudar a potenciar encadenamientos productivos”, convirtiendo a las empresas de cada país en socios “estratégicos” que permitan exportar mercancías a través de los acuerdos ya vigentes, explica el jefe de departamento de Inversiones en el Exterior del Gobierno de Chile, Mario Benavente.
“Hay un tremendo rango desaprovechado porque no hay suficiente producto. Que mejor que buscar socios que nos ayuden a complementar esta oferta al mercado mundial”, proclama.
Opciones mercantiles en Guatemala
Y un país por el que empezar a analizar esas opciones mercantiles es Guatemala, donde Benavente y otros funcionarios acompañaron a una misión comercial chilena que empieza a examinar cuáles son esas posibilidades que les permitan incrementar las ventas y la sostenibilidad de las empresas.
En este país, el primero en el que han concluido esos estudios preliminares, se han identificado oportunidades en productos como el cacao o el café, generados en grandes cantidades en Guatemala pero que no llegan a Chile, a donde si exportan otros como alimentos para mascotas, azúcar de caña, caucho o polímeros de la industria química.
Este aumento del comercio bilateral pasa precisamente por generar esos encadenamientos productivos, en el que las empresas productoras de Guatemala de cacao, por ejemplo, lleguen a acuerdo con otras chilenas, uno de los países más importantes de confitería de América Latina.
Ese producto, transformado, podría ir a otros mercados con más facilidad y en China, por ejemplo, no pagaría el arancel del 8 % que actualmente desembolsa cuando sale de Guatemala si se genera esa “corriente de materia prima”, algo que podría hacerse en otras mercancías como el caucho o las frutas.
Situación compleja
Cuestionado por la falta de certeza jurídica que muchas empresas denuncian en Guatemala, así como la inestabilidad política, el funcionario chileno reconoció que la situación es “compleja” y genera “preocupación”, pero su Gobierno ayuda a generar un marco de mayor transparencia.
Además, agrega, la historia muestra que la inversión chilena es “contracíclica”, es decir, “a peores condiciones mundiales mayor es la inversión” porque esas malas condiciones generan “precios más baratos” y los chilenos, cuando se dan esas circunstancias, aprovechan la oportunidad.
Reacio a hacer proyecciones, Benavente prefiere trabajar y que el futuro muestre los resultados, pero destaca que la inversión chilena se ha caracterizado históricamente por generar empleo, un gran instrumento social y negociador, y en Guatemala, un país con el que la balanza comercial está equilibrada, hay grandes oportunidades e intereses mutuos.
Con información de Patricia Pernas/Agencia EFE