Durante su primer discurso en el Pleno, el recién juramentado presidente del Congreso de la República, Álvaro Arzú Escobar, hizo un llamado a los guatemaltecos “para pedirle a Dios que el Congreso tome las mejores y justas decisiones”, y adelantó que no va a permitir que nadie intente decidir por el Parlamento “con medidas de hecho o de presión”.
Además, insistió en una serie de valores en los cuales las personas, los ciudadanos y los políticos en el Legislativo deberían basarse para realizar un mejor trabajo.
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“Creo que hay dos tipos de caracteres: los que prefieren no ver la realidad y posponer decisiones, y los que encaran y actúan en defensa de sus valores. Los primeros se ocultan, se dejan intimidar y adoptan la disculpa; los segundos se indignan, debaten y están dispuestos a recibir el impacto de sus decisiones”.
- “Yo los conmino a actuar en defensa de sus valores, no puedo concebir que se haga política de otra manera”.
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“Si no tomamos actitudes como el segundo caso, cualquier cosa que hagamos, decisión que tomemos será descalificada de antemano”.
- “La crisis de las instituciones, particularmente de los congresos, es uno de los males que aquejan a las sociedades contemporáneas. Ese divorcio entre personas e instituciones es uno de los grandes problemas que enfrentamos. La desconfianza, la indiferencia, la apatía de la gente”.
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“Vamos a escuchar a la ciudadanía, a la comunidad internacional, a los grupos organizados; pero no vamos a permitir que intenten decidir por nosotros con medidas de hecho o de presión”.
- “Vamos a exigir respeto al poder Legislativo, a su trabajo, a las decisiones que como ciudadanos legítimamente electos que somos, tomemos. Por supuesto, siempre habrá algunos que no estén muy de acuerdo”.
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“No sé cuál es la fórmula del éxito, pero si sé que la fórmula del fracaso es querer quedar bien con todos”.
- “En nombre de la Junta Directiva que hoy toma posesión y de los diputados solicito a los guatemaltecos que pidamos a Dios la sabiduría para tomar las mejores y más justas decisiones”.
Su discurso, duró alrededor de 12 minutos, no abordó ninguna temática social, política o legislativa, como se esperaba, ni hubo compromisos de ninguna naturaleza.