Panamá – Sin un cambio de rumbo en materia económica y social Guatemala se encamina a perder el sitial de mayor economía de Centroamérica antes de 2030, alertó el director del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Jonathan Menkos.
El país centroamericano “ha estado caminando sin un rumbo económico claro en los últimos años”, dijo Menkos, al comentar las más recientes perspectivas del Fondo Monetario Internacional (FMI) que situaron el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de Guatemala en 3.2 por ciento y 3.6 por ciento para este y el próximo año, respectivamente.
Esas proyecciones muestran una aceleración del crecimiento respecto a los resultados de 2016 (3.1 por ciento) y 2017 (2.8 por ciento).
Guatemala ha sido la economía más grande
Menkos recordó que Guatemala “ha sido la economía más grande de Centroamérica desde que existen mediciones homogéneas”, y aseveró que las perspectivas del FMI “permiten reconocer que, si las tendencias económicas y sociales no cambian y mejoran para este país, antes de 2030 Panamá podría quitarle esa posición de liderazgo”.
De acuerdo a datos del FMI, el PIB nominal de Guatemala llegó a 70.806 millones de dólares en 2017, mientras que el de Panamá se situó en US $59 mil 51 millones.
A juicio del experto, en los últimos años Guatemala ha desperdiciado “el tamaño y la juventud de su población”, de más de 16 millones de personas, “con una economía acomodada a los importantes flujos de remesas familiares, que en 2017 llegaron a representar el 13 por ciento del PIB”.
Menos estabilidad
La relación comercial y de inversiones del país es “cada vez menos estable con el volátil mercado estadounidense”, el principal receptor de sus exportaciones, que sumaron globalmente US $10 mil 997 millones en 2017, de acuerdo con datos del Banco de Guatemala (Banguat).
La intermediación financiera, la industria y el sector servicios se han constituido en ejes clave para la economía guatemalteca, pero continúa existiendo un sector agrícola rezagado tecnológicamente y con pocos encadenamientos productivos hacia el sector manufacturero, explicó Menkos al hacer un diagnóstico de la economía guatemalteca.
“A todo lo anterior se agrega una continuada crisis política y una cada vez mayor carencia de legitimidad frente a la ciudadanía de los partidos políticos, los mayores sindicatos de trabajadores, los empresarios tradicionales y del propio gobierno”, destacó el director del Icefi, un economista con máster en Gobierno y Políticas Públicas en América Latina por la Universidad Pompeu Fabra/IDEC de Barcelona.
Esos sectores “han empleado diferentes estrategias para capturar el Estado y utilizarlo para sus fines particulares” según han revelado las investigaciones de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un ente de la ONU, y del Ministerio Público, y la política fiscal es parte de esa especie de secuestro, dijo Menkos.
Privilegios fiscales
En ese sentido, argumentó que la política fiscal guatemalteca está “plagada de privilegios fiscales otorgados sin criterios técnicos, opacidades y caminos para la corrupción en la ejecución del gasto público”.
También de “instituciones de control y evaluación del quehacer de la administración pública con pocas capacidades de acción”.
“Si la elite económica, los movimientos sociales y las nuevas organizaciones políticas logran un acuerdo nacional para terminar con la corrupción y la impunidad, un paso necesario será avanzar en un plan nacional de desarrollo que modernice la matriz económica y social. Un escenario con pocas probabilidades de ocurrencia, pero no imposible”, añadió.
Con información de agencia ACAN-Efe