Un hecho que nunca deja de sorprendernos: sabemos más sobre la superficie de Marte que sobre lo que hay en las profundidades del mar. Debido a este punto ciego terrenal, alguna nueva rareza casi siempre aparece cada vez que nos aventuramos allí.
En diciembre de 2017, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) completó su primera de tres misiones a las partes más profundas del Golfo de México. La misión del equipo de NOAA a bordo del Okeanos Explorer era cartografiar el fondo marino a más de 2,000 pies debajo de la superficie y explorar la diversidad de estos hábitats de aguas profundas. En cuanto a los recuerdos fotográficos, esta expedición de un mes no decepcionó. Gracias a una combinación de sumergibles operados a distancia e instrumentos en tierra, ahora tenemos un montón de impresionantes imágenes de áreas previamente inexploradas. Échales un vistazo a continuación.
Una pequeña estrella de serpiente rodeada por los espinosos brazos de grandes estrellas de mar entre corales.
Un cangrejo araña sobre un isópodo gigante en el isópodo a una profundidad de 1,788 pies (545 metros).
Un ctenophore, o peine de medusas, nadando cerca del fondo marino.
Un sobresaltado Periphylla periphylla, o una medusa de casco de aguas profundas, que choca con el fondo marino.
Una anguila blanca a una profundidad de 1,585 pies (483 metros).
Un phaeodarean tuscarorid colonial a una profundidad de 2,300 pies (701 metros).
Un sapo marino a una profundidad de 2,428 pies (740 metros).
Una densa comunidad de estrellas de mar.