La tarde del 26 de febrero de 1960, Teodoro Palacios Flores entonces de 21 años, estaba arrestado ya que formaba parte del Ejército de Guatemala y había contravenido una norma. Le suplicaron al responsable que lo dejaran ir a competir, y entonces sucedió.
Teddy saltó 2.10 en la competencia de salto alto e impuso un nuevo récord nacional que se mantuvo vigente y se ha convertido en la más longeva del atletismo nacional. La marca sumó 57 años sin ser batida.
“Yo estaba arrestado porque unos días antes me había salido a pasear con una enamorada”, cuenta el atleta, nunca me imaginé que justamente ese día iba a imponer una marca que perduraría por tantos años.
El tres veces campeón Centroamericano y del Caribe tuvo una niñez complicada porque Cálcuta Flores, su mamá, murió cuando tenía 2 años. Su padre lo había abandonado por lo que se crió con su abuela, Catarina Nuñez. A los 8 años se fue a vivir con una tía, Felipa Flores.
Se enroló al Ejército y fue cuando tuvo la oportunidad de pertenecer al club Aurora, pero un entrenador norteamericano lo convenció para que se dedicara al atletismo hasta convertirse en una leyenda del deporte nacional.
Teodoro, ha estado afectado de varias enfermedades. Nació en Livingston el 7 de enero de 1939. A los 14 años era el portero de un equipo que se llamaba El Esfuerzo.
Tres veces ganó medalla de oro en los juegos Centroamericanos y del Caribe. Caracas (1959) Jamaica (1962) Puerto Rico (1966)
Disputó el campeonato mundial en el Madison Square Garden en Nueva York, en 1962, y ocupó el tercer lugar. En 1960 ganó la medalla de oro en los Primeros Juegos Iberoamericanos. Su mayor salto fue de 2.10.5 m. en los juegos nacionales de 1960 realizados en Quetzaltenango.
Con datos de Carlos Antonio Paredes