Monseñor Gonzalo de Villa y Vásquez, quien asumió este jueves como Arzobispo Metropolitano, se refirió a distintos temas en la misa en la Catedral, zona 1 capitalina, en donde se oficializó su nombramiento.
Indicó que al comenzar su misión como arzobispo subrayaría cuatro palabras: cercanía, misión, comunidad, pobres.
“Es contradictorio que en este tiempo de obligado distanciamiento quiera insistir en la cercanía”, resaltó; sin embargo, aclaró que se refería a la cercanía con sacerdotes, religiosos, parroquias y en gestos y escuchas.
El religioso aseguró que la misión es el envío y, aunque fue enviado por el Papa Francisco como arzobispo al país, aseguró que solo muy poco podría hacer.
“Confió enteramente en Dios, pero también en la bondad de tantas personas para ayudarme a ser pastor. La gran misión no es mía, es la de esta iglesia particular que lleva el nombre de Santiago Apóstol”, enfatizó.
EN VIVO. Toma de posesión de monseñor Gonzalo de Villa como Arzobispo Metropolitano
Pandemia de desigualdades
El religioso leyó algunos pasajes de la Biblia y resaltó que los terremotos y epidemias han golpeado a la humanidad desde hace tantos siglos.
Asimismo, se refirió a la situación de Guatemala, que se encuentra en medio de la emergencia sanitaria por el Covid-19.
Mencionó que en estos tiempos de calamidad se necesita consuelo como país y como iglesia, consuelo en las familias, en los sacerdotes, entre los más vulnerables de la sociedad y en los enfermos.
“Que la virgen María nos proteja y bendiga. En Dios confío para pedirle en este día inicial como arzobispo: ten compasión de nosotros señor y salva a tu pueblo”, añadió.
En ese contexto, De Villa y Vásquez consideró que “Guatemala resurgirá”.
“Dios quiera que esta epidemia que nos golpea hoy, la pandemia del Covid-19, pero sobre todo la pandemia más antigua de exclusiones y privilegios, de violencia y crimen, de hirientes desigualdades, vaya aplacando y como iglesia sepamos contribuir a ello”, dijo.
De igual forma, envió un mensaje a quienes combaten el coronavirus en la primera línea.
“Ánimo y fortaleza a los trabajadores de la salud, a médicos, enfermeras y personal sanitario. Consuelo de Dios en que él se quiere valer de nosotros para consolar”, concluyó.