El gobierno de Jair Bolsonaro anunció este martes que no le dará la espalda a la Copa América después de que Colombia y Argentina perdieran la sede, por problemas sociales y por la pandemia del covid-19, respectivamente.
“Confirmada la Copa América en Brasil. Venció la coherencia. Quien es sede de partidos de Libertadores, Sudamericana, sin hablar de los campeonatos estatales y el brasileño, no podría darle la espalda a un campeonato tradicional como este”, anunció en twitter el ministro de la Casa Civil (gabinete), Luiz Eduardo Ramos.
Los partidos serán en los estados de Rio Janeiro, Mato Grosso, Goiás y en el Distrito Federal, y se disputarán “sin público”, agregó el ministro, sin detallar los estadios.
La noche del lunes, Ramos dijo que la celebración del torneo, previsto para 2020, en Brasil anunciada horas antes por la Conmebol no estaba confirmada, y que el gobierno le había puesto condiciones a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) para acogerlo, como que no haya público y que todos los miembros de las delegaciones sean vacunados.
Argentina y Colombia pierden sede de la Copa América
La Conmebol le sacó la sede el domingo a Argentina, donde recrudeció la pandemia de covid-19, y diez días antes hizo lo mismo con Colombia a raíz del estallido social en ese país que deja decenas de muertos.
Y, en un giro inesperado, se la otorgó a Brasil, que acogió la última Copa América, en 2019.
La noticia generó una ola de críticas debido a la crisis sanitaria que vive Brasil, el segundo país con más muertes por covid del mundo (465.000), superado solo por Estados Unidos. Especialistas temen además una tercera ola de la pandemia.
Confirmada a Copa América no Brasil. Venceu a coerência! O 🇧🇷 que sedia jogos da Libertadores, Sul-Americana,sem falar nos campeonatos estaduais e brasileiro, não poderia virar as costas para um campeonato tradicional como este. As partidas serão em MT, RJ, DF e GO, sem público.
— General Ramos (@GenLuizRamos) June 1, 2021
Varios estados habían manifestado su intención de prohibir partidos en sus estadios. El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, rival político de Bolsonaro, dijo el lunes que no se opondría, pero este martes se echó atrás.
Para Bolsonaro, las críticas son infundadas y obedecen a ataques de la prensa motivados por disputas en los derechos de transmisión de los partidos.
*Información de AFP