Es una historia a lo Pinocho, que podría considerarse una inocentada si no resultara creíble para los expertos en ballena.
Y es que un cetáceo jorobado se tragó a un pescador de langostas de Massachusetts, y luego lo escupió sano y salvo, y capaz de contar su aventura.
“Hola a todos, quiero aclarar lo que me sucedió hoy”, escribió el pescador Michael Packard, luego de que su historia fuera recogida por un diario local.
“Buceaba para buscar langostas cuando una ballena jorobada intentó comerme”, comenzó su narración el pescador.
Además, agregó: “Estuve dentro de su boca cerrada durante 30 a 40 segundos, antes de que emergiera a la superficie y me escupiera”.
“Tengo moretones por todos lados, pero ningún hueso roto. Agradezco a los salvavidas por sus cuidados y ayuda”, agregó Michael.
Asimismo, detalló: “Luego caí en la cuenta, oh, Dios mío, estoy en la boca de una ballena, y esta intentando tragarme”.
“Pensé, bueno, este es el momento, voy a morir”, agregó, al tiempo que aseguró haber pensando en su esposa e hijos.
El testigo del accidente de la ballena…
Hay al menos un testigo confiable que lo acompañaba en la pesca y contó que vio a su compañero siendo eyectado por la ballena en el océano Atlántico y llamó a los salvavidas.
La ballena jorobada, según el testigo, aún era joven y pudo “no detectar lo suficientemente rápido que había un intruso en su boca”.
Aunque se desconocen todos los detalles, aseguran que se impone una conclusión: La región de Provincetown y Cape Cod comienza a notar el retorno de los turistas tras 15 eses de pandemia.
“Y si ven a una ballena, permanezcan lejos. Es verdaderamente importante dejar espacio a las ballenas”, agregó un experto.
“Su boca es bastante grande, pero su garganta es bastante estrecha”, puntualizaron.