El Banco de Guatemala (Banguat) proyectó que, de seguir la tendencia que han mantenido hasta ahora, las remesas enviadas al país crecerán más del 20% durante 2021.
Hasta el 22 de julio, Guatemala había recibido en remesas un poco más de 7 mil 900 millones de dólares.
De acuerdo con la institución, para finales del año la cifra superaría el 22% e incluso llegaría hasta el 18% del Producto Interno Bruto (PIB).
Johny Gramajo, ejecutivo del Banguat, mencionó que el crecimiento sostenido de las remesas sigue sorprendiendo al país, que vio un despunte desde 2016 y sigue en alza cada año.
Su pronunciamiento se dio durante el foro “Migración en Guatemala: LAV Remesas, Viviendas y Ciudades”, detalló una publicación de la Voz de América (VOA) que recogió sus declaraciones.
#EUNacionales Junio fue el mes con mayor recepción de remesas con 1 mil 362 millones de dólares registrados, una cifra histórica mensual de acuerdo con el Banguat https://t.co/tTnrR0g8zt
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) July 8, 2021
Remesas, pilar de la economía guatemalteca
La nota detalla que las remesas constituyen uno de los pilares del PIB del país que a la fecha ya supera el 15.7%. En 2020 aportaron 11 mil 440 millones a la economía nacional.
“Los flujos han sorprendido bastante, de tal manera que estamos estimando con la trayectoria actual que tenemos acumulados al 22 de julio cerca de 7 mil 900 millones de dólares, las remesas familiares fácilmente podrían tener este año un crecimiento superior al 20%”, detalló Gramajo.
Con relación a ello, analistas económicos independientes se mostraron preocupados, pues consideraron que estos flujos no terminan de amortiguar el desarrollo y volverse productivos.
Para Jean Roch Lebeau, experto en política territorial y urbana en Guatemala, las remesas han contribuido a evitar la extrema pobreza de cientos de miles de hogares.
Aseguró que unos 6 millones de personas en la nación centroamericana reciben este tipo de flujos, que se convierten en el 50% del ingreso de sus hogares.
Sin embargo, destacó que muchos de los migrantes carecen de terrenos registrados, por lo que se les dificulta tomar decisiones para hacer algún tipo de inversión a largo plazo.