La finca El Paraíso, ubicada en El Estor, Izabal, es descrita como un lugar de relajación y aventura.
Cuenta con una extensión de 18 caballerías, rodeada de vida silvestre, lejos del ruido y la rutina. Se encuentra a orillas del lago del referido departamento. Su mayor atractivo son las frías aguas del río San Antonio, que la atraviesan y forman una catarata cálida, un fenómeno natural que pocas veces deja ver la naturaleza.
Autoridades de turismo explican que el territorio se encuentra sobre la falla geológica del Polochic y que debajo de la corriente se encuentra una grieta, por medio de la cual escapa el calor de la tierra.
Desde la caída de agua, que mide entre 8 y 10 metros, se puede caminar río arriba, hasta llegar a una cueva, a la cual se puede entrar nadando.
También se disfruta de caminatas en el bosque para apreciar el paisaje bananero del entorno, así como cerros de forma piramidal, por senderos que a partir de mayo son alfombrados por buganvilias de diferentes colores.
El lugar cuenta con servicio de hospedaje en ranchos, característicos del área, así también con un sitio específico para acampar y un restaurante, en el cual los viajeros pueden disfrutar de comidas caseras.
Para los amantes de la arena y el sol, a cinco minutos en vehículo desde las instalaciones, se encuentra una playa con diversos comedores, canchas deportivas y áreas verdes, especiales para compartir un momento de recreación familiar.
Para deportes extremos
Cerca de la finca El Paraíso, se encuentra el río El Sauce, que realiza una parte de su recorrido entre murallas de piedra de hasta 100 metros de altura, en el sitio denominado El Boquerón. En ese lugar se puede dar un paseo en cayucos, alquilados a bajo costo, por anfitriones comunitarios.
Las altas rocas son ideales para practicar rápel sobre las aguas, otra experiencia particular.
El trayecto por el cañón es de 35 kilómetros, hasta su desembocadura en el lago, en los que se van sorteando las rocas y que también permite observar algunas cuevas.
