El piloto británico David Henderson, que está siendo juzgado en Cardiff, Gales, por el accidente aéreo de 2019 en que murió el futbolista argentino Emiliano Sala aseguró el jueves ante la justicia que la tragedia le había dejado “muy afectado”. Según lo dicho por el aviador, “No hay día en el que no piense en el accidente”.
Emiliano Sala a sus 28 años y el piloto David Ibbotson de 59, murieron cuando la avioneta monomotor cayó a las aguas del Canal de la Mancha mientras volaba de Nantes, en el noroeste de Francia, a la ciudad galesa de Cardiff, en el suroeste del Reino Unido.
El delantero había fichado por el Cardiff City, que entonces jugaba en la Premier League, traspasado desde el Nantes por 17 millones de euros (20 millones de dólares).
La fiscalía acusó a Henderson de haber actuado por intereses económicos
Henderson explicó ante el tribunal que estaba de vacaciones en París cuando el agente futbolístico William McKay se puso en contacto con él para preguntarle si podía llevar a Sala a Cardiff.
El piloto rechazó el trabajo y en su lugar llamó a Ibbotson, quien “inmediatamente dijo que sí”, afirmó. “Asumió la responsabilidad de todo lo relacionado con el vuelo”, aseguró calificándolo de “piloto experimentado”.
Pero Ibbotson nunca había tenido licencia para volar de noche y su certificación para pilotar el Piper Malibu había expirado en noviembre de 2018, dos meses antes del accidente, había explicado el fiscal el martes.
Una investigación, publicada en marzo de 2020, concluyó que Ibbotson no tenía licencia para pilotar el avión ni para volar de noche, perdió el control del aparato y maniobró demasiado rápido al tratar de evitar el mal tiempo.
Al enterarse de que se había perdido el contacto con la avioneta, Henderson se sintió “muy, muy preocupado, angustiado realmente”. “Me vi muy afectado por la noticia” y “he tenido una ansiedad enorme”, añadió.
La propietaria de la avioneta, Fay Keely, aseguró el miércoles que siete meses antes del accidente había enviado un correo electrónico a Henderson, operador oficial, instruyéndole para que no volviera a utilizar a Ibbotson, después de que la autoridad de Aviación Civil Británica (CAA) denunciara dos infracciones.
“Tenemos los dos la posibilidad de ganar dinero”, le había escrito a Ibbotson en un SMS leído por un fiscal, “pero no si contrariamos a los clientes o atraemos la atención de la CAA“.
*Con información de AFP