Continúan surgiendo casos de viruela del mono alrededor del mundo, principalmente en Europa y América del Norte, situación que ha llevado a países a decretar alerta sanitaria y que ha generado preocupación y duda, pues muchos se preguntan qué es esta enfermedad, cómo se transmite y qué síntomas provoca.
La viruela del mono, u “ortopoxvirosis simia”, es una rara enfermedad cuyo patógeno puede transmitirse del animal al hombre y viceversa. Cuando el virus se propaga al ser humano es principalmente a partir de diversos animales salvajes, roedores o primates. Se identificó por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática del Congo (ex Zaire). Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que la transmisión de un ser humano a otro es reducida.
¿Cómo se transmite?
La infección de los casos iniciales se debe al contacto directo con sangre, fluidos corporales, lesiones cutáneas o mucosas de animales infectados. La transmisión secundaria, es decir, de persona a persona, puede resultar del contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias, lesiones cutáneas de una persona infectada o de objetos recientemente contaminados con líquidos biológicos o materiales procedentes de las lesiones de un paciente.
“Probablemente es demasiado pronto como para sacar conclusiones sobre el modo de transmisión o suponer que la actividad sexual es necesaria para la transmisión”, advirtió Michael Skinner, virólogo del Imperial College de Londres, del Science Centre (SMC).
¿Cuáles son los síntomas?
Sus síntomas se asemejan, en menor grado, a los observados en el pasado en sujetos con viruela: fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y dorsales durante los primeros cinco días. También pueden aparecer erupciones (en la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies), lesiones, pústulas y finalmente costras.
Los casos graves de esta enfermedad se producen con mayor frecuencia en los niños y están relacionados con la magnitud de la exposición al virus, el estado de salud del paciente y la gravedad de las complicaciones. No existen tratamientos o vacunas específicos contra la viruela del mono, que suele curarse espontáneamente, pero se pueden contener los brotes, explica la OMS. En el pasado se demostró que la vacunación antivariólica tiene una eficacia del 85 % en la prevención de la enfermedad, pero la vacuna dejó de estar disponible después de la interrupción de su fabricación tras la erradicación mundial de la viruela.
*Con información de AFP