Una vendedora de pays identificada como Sandra García se hizo viral en redes sociales, debido a que varios clientes la destacan por su belleza física, La mujer es originaria de Juárez, Nuevo León, México, quien se volvió un “boom mediático” debido a que la catalogan como una persona cuya belleza le puede agradar a cualquier hombre o mujer.
Sobre la vendedora de pays
La joven suele salir con su recipiente de alimentos para venderlos en la calle. Los cruces de semáforos se vuelven un punto de referencia importante para ella, así como para cualquier vendedor.
Es ahí cuando le roba suspiros a más de un automovilista, ya que no necesita lucir un escotes o una falda, con su simple silueta, unos jeans y playera remangada, es capaz de conquistar a cualquier potencial consumidor.
Desde que la joven fue fotografiada haciendo su trabajo, diversos internautas destacaron su belleza en redes sociales, donde ha recibido varios halagos por su físico. Su popularidad ha crecido tan rápido que incluso los automovilistas se estacionan para solicitarle fotografías, peticiones a las que Sandra no parece negarse, ya que ella misma comparte la imágenes en sus redes sociales.
Cuando comenzó a vender pays, la joven solo era reconocida en su zona, no obstante, al estar expuesta en redes ya es conocida por miles de personas, quienes no dejan de lado la belleza y el carisma de la vendedora.
Pese a que su belleza le ha dejado cientos de nuevos seguidores, Sandra también ha sido objeto de memes en redes sociales, donde conductores bromean con pasar, en repetidas ocasiones, sobre la vialidad únicamente para comprar pays y ver a la joven.
“Recuerden que a su vato nada más le gusta pasar por el semáforo de la avenida México y Eloy Cavazos para ver a la chava que vende pays”, se lee una publicación sobre la ya famosa Lady Pays.
De la misma forma, los internautas hacen mofa con que sus novias se ponen celosas o se enojan por la joven vendedora. “Como le explico a mi esposa que solo ayude a una viejita y no lady pays”, escribió un usuario de Facebook.