El hombre de 22 años que abrió fuego el fin de semana en un club gay en Colorado Springs, oeste de Estados Unidos, dejando cinco muertos y una veintena de heridos, podría ser procesado por asesinato y delitos de odio, dijeron el lunes autoridades.
Anderson Lee Aldrich, quien fue sometido por asistentes al Club Q el sábado por la noche luego de que disparara a la multitud con un rifle de asalto, se encuentra actualmente hospitalizado en espera de cargos formales, dijo el jefe de policía Adrián Vásquez.
El fiscal del distrito Michael Allen dijo que espera que se presenten cargos de asesinato en primer grado y señaló que “si hay pruebas de delitos motivados por prejuicios, también se lo inculpará por esto”.
“El hecho de que estas víctimas estuvieran en un lugar específico que es frecuentado predominantemente por miembros de la comunidad LGBTQ es una prueba que podemos utilizar”, declaró Allen a CNN.
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John Suthers, el alcalde de Colorado Springs, declaró a la cadena NBC que, aunque el motivo todavía se estaba investigando, “ciertamente tiene las características de un crimen de odio”.
GLAAD, una organización de defensa de la comunidad LGBTQ, señaló que el tiroteo en el Club Q se produjo en vísperas del Día de la Memoria Transgénero, celebrado internacionalmente el 20 de noviembre para honrar a las víctimas de ataques transfóbicos, y en medio de un aumento de la hostilidad contra ese grupo en Estados Unidos.
Brianna Titone, una legisladora estatal de Colorado abiertamente transgénero, también destacó la retórica anti-LGBTQ. “Cuando políticos y autoridades siguen perpetuando (…) insultos y desinformación sobre la comunidad trans y LGBTQ+, este es el resultado”, tuiteó.
El ataque fue el más mortífero contra la comunidad LGBTQ en Estados Unidos desde un tiroteo masivo en 2016 en un club nocturno en Orlando, Florida, que se cobró 49 vidas.
Los derechos de las personas transgénero fueron un tema candente en Estados Unidos antes de las elecciones de mitad de mandato del 8 de noviembre, y los republicanos presentaron una serie de propuestas legislativas para restringirlos.
“Acto malvado”
Suthers dijo que el atacante fue sometido por dos personas en un “increíble acto de heroísmo”. Uno de ellos le quitó el arma y, sin dispararla, golpeó al tirador y lo dejó “incapacitado”.
“Ese acto probablemente salvó muchas vidas, de eso no hay duda”, señaló Suthers.
La policía de Colorado Springs dijo que cinco personas murieron y 18 resultaron heridas, 17 con heridas de bala. Otra víctima se encontraba sin “lesiones visibles”, según un comunicado oficial. La policía había dicho previamente que hasta 30 personas habían resultado heridas.
NEW: Colorado Springs Police Chief Adrian Vasquez identifies the five victims from the Club Q shooting, using the pronouns they each identified with.
"I ask that everyone in our community and around the world honor each victim," Vasquez says before holding a moment of silence. pic.twitter.com/6dcg6WpQmg
— CBS News (@CBSNews) November 21, 2022
Vásquez, el jefe de policía, le dijo a CNN que el sospechoso, que estaba armado con un rifle “estilo AR” y una pistola, había sido llevado al hospital.
El jefe de policía condenó lo que llamó un “acto malvado” y se comprometió a hacer todo lo posible para que la comunidad de Colorado Springs se sintiera segura nuevamente.
Allen apuntó que el sospechoso era capaz de hablar, pero no quiso pronunciarse sobre si había respondido preguntas citando su derecho constitucional a guardar silencio.
Según la policía, el sospechoso ingresó al club e inmediatamente comenzó a disparar. La policía llegó a los cuatro minutos de recibir una llamada sobre un tiroteo en curso.
El cantinero Michael Anderson elogió a los clientes que dominaron al pistolero. “Había gente muy valiente golpeándolo y pateándolo, impidiendo que causara más daño”, dijo. “Me salvaron la vida”.
“Aterrador”
Joshua Thurman también estaba en el club.
“Fue tan aterrador”, contó Thurman, quien estaba en la pista de baile cuando escuchó los disparos y logró ponerse a salvo. “Había cuerpos en el piso. Había vidrios rotos, vasos rotos, gente llorando. Se suponía que este era nuestro espacio seguro”, dijo. “¿Adónde se supone que debemos ir?”
El presidente Joe Biden condenó el ataque.
“Debemos eliminar las desigualdades que contribuyen a la violencia contra las personas LGBTQI+. No podemos ni debemos tolerar el odio”, dijo.
El gobernador de Colorado, Jared Polis, quien en 2018 se convirtió en el primer hombre abiertamente homosexual elegido como gobernador estatal en Estados Unidos, calificó el tiroteo de “horrible, repugnante y devastador”.
Biden y Polis hablaron el lunes, según la Casa Blanca.
Un joven con el mismo nombre que Aldrich fue arrestado el 18 de junio del año pasado después de que su madre dijera que la había amenazado con una bomba casera, según un comunicado de prensa de la oficina del sheriff del condado de El Paso.
Vásquez, el jefe de policía, dijo que la madre del sospechoso no estaba cooperando con las autoridades en este momento. Allen declinó hacer comentarios sobre el incidente de 2021.
* Con información de agencia AFP.