El tema de la sanción de Robert Lewandowski sigue dejando consecuencias para el FC Barcelona, esto debido a que este lunes el Espanyol impugnó ante la Real Federación Española de Futbol (RFEF) el partido que se disputó el pasado sábado 31 de diciembre y que finalizó en empate 1-1.
El cuadro Perico expresó ante la RFEF que Lewandowski no debió jugar este partido, ya que el polaco debía de haber respetado los tres juegos de sanción que recibió tras el cruce del 8 de noviembre ante el Osasuna, partido en el que fue expulsado y recibió dos juegos de sanción más tras un gesto realizado.
Lewandowski no iba a formar parte del cuadro culé para el derbi de Nochevieja, pero el 30 de diciembre el Tribunal Central Contencioso de Madrid concedió una medida cautelar, lo que significa que hasta que no se resuelva la sanción el futbolista podrá seguir jugando. Esto modificó los planteamientos de cada club de cara al juego.
También como respuesta a la medida cautelar, la directiva del Espanyol mostró su rechazo a esta decisión no asistiendo al Camp Nou para presenciar el derbi junto a la directiva del Barça, algo que tradicionalmente hacen los directivos de los clubes de LaLiga en cada partido.
“No es un ataque directo al Barça”
Según “AS“, la impugnación del Espanyol no es un ataque directo al FC Barcelona sino es para ponerle un alto a este tipo de acciones que según el club perico son un “agravio claro a la competición”, ya que permite que la justicia ordinaria pueda tener mano dentro de las autoridades de LaLiga en su competición.
Hasta el momento LaLiga no se ha comunicado de manera oficial sobre esta impugnación, pero se espera que en los próximos días de una respuesta definitiva a esta situación, la cual tuvo intervención por parte de un ente que no está vinculado al deporte.