El Tribunal Primero de Sentencia Penal de Quetzaltenango emitió una sentencia condenatoria contra José Luis Monterroso Pérez, integrante de una banda de secuestradores “Los Tarántulas”, quien fue encontrado culpable de participar en el secuestro de una persona hace casi cuatro años.
La pena que se le impuso fue de 41 años de cárcel por el delito de plagio o secuestro y 16 por asesinato en grado de tentativa, para un total de 57 años.
Este caso fue investigado por el Ministerio Público (MP), por medio de la Fiscalía contra Secuestros. La víctima es un hombre de 70 años de edad, quien fue plagiado el 13 de diciembre de 2019 en el municipio de Palestina de Los Altos, Quetzaltenango.
Intentaron asesinar a la víctima
De acuerdo con las investigaciones, la víctima fue interceptada de manera violenta por personas que portaban pasamontañas y armas de fuego.
“Lo obligaron a subir a una camioneta, en la cual lo trasladaron a San Pedro Sacatepéquez, San Marcos”, detalló el Departamento de Información y Prensa del MP.
Añadió que ese mismo día los secuestradores se comunicaron con la hija de esta persona, a quien le exigieron Q200 mil a cambio de la liberación de su progenitor.
#EUNacionales La PNC le dio seguimiento a la denuncia con respecto al secuestro de dos personas. https://t.co/V8xeLJ2Hrz
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) December 18, 2022
La familia presentó la denuncia ante las autoridades, por lo cual se inició la investigación del caso por parte del personal de la Fiscalía contra Secuestros y el Comando Antisecuestros de la Policía Nacional Civil.
Dos días después del secuestro, la víctima fue abandonada en un área boscosa de la aldea Tierra Colorada, del referido municipio.
“Los victimarios lo dieron por muerto, tras azotarlo, propinarle varios golpes contra el suelo y agredirlo en la cabeza con la cacha de una pistola”, explicó la fiscalía.
La investigación por secuestro
En el marco de las investigaciones se pudo identificar el vehículo utilizado para cometer el crimen. También se pudo establecer que José Luis Monterroso Pérez lo había adquirido tres días antes de los hechos.
De igual forma se comprobó, por medio de análisis técnicos y la declaración de un testigo, que el ahora condenado se encontraba en los lugares donde se cometieron los hechos.