El fervor futbolístico se desbordó en el estadio Santo Domingo en la espera de la gran final de ida del Torneo Clausura 2024 de la Liga Nacional de Guatemala, protagonizada por los equipos Mixco y Municipal. Con un aforo a capacidad máxima, la afición se congregó en masa para presenciar este histórico enfrentamiento que marcaría un hito en la historia del fútbol guatemalteco.
Desde tempranas horas de la mañana del sábado, las calles aledañas al estadio se vieron inundadas por una marea de camisetas, bufandas y banderas del equipo chicharronero. La expectativa era palpable en el aire, y los aficionados, ávidos de emoción, hicieron fila durante horas para asegurarse un lugar privilegiado desde donde animar a sus equipos.
#Clausura2024 | Faltan dos horas para que inicie la final de ida entre Mixco 🐷 y Municipal 😈, y así luce el estadio Santo Domingo 🏟️
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— Emisoras Unidas Deportes (@EUDeportes) May 11, 2024
Estadio Santo Domingo con capacidad máxima
Uno de los factores que contribuyó al lleno total del estadio fue la accesibilidad de las entradas. La directiva del Deportivo Mixco implementó políticas de precios asequibles, lo que permitió que aficionados de todos los estratos sociales pudieran disfrutar del espectáculo deportivo. Además, se habilitaron gradas móviles para aumentar la capacidad del estadio, asegurando así que ningún seguidor se quedara fuera de esta experiencia única.
Sin embargo, cabe mencionar que esta medida no estuvo exenta de controversia. La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) recomendó no habilitar las gradas móviles, argumentando que no cumplían con los estándares de seguridad necesarios para un evento de tal magnitud. Ante esta situación, Neto Bran, alcalde de Mixco, asumió la responsabilidad a través de un comunicado oficial, garantizando que se tomarían todas las precauciones para salvaguardar la integridad de los asistentes.
El ambiente festivo se apoderó del estadio Santo Domingo conforme se acercaba la hora del pitazo inicial. Los cánticos, tambores y trompetas resonaban en las tribunas, creando una sinfonía de pasión y entusiasmo. Familias enteras, grupos de amigos y aficionados solitarios se unieron en un solo grito de apoyo a sus equipos, tejiendo así el tapiz multicolor de una jornada inolvidable para el fútbol guatemalteco.