El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona sigue avanzando con nuevas declaraciones y testimonios clave que podrían influir en el fallo del Tribunal Oral de lo Criminal N°3 de San Isidro. Este lunes, la agente inmobiliaria Andrea Flavia Jordan y el propietario de la vivienda donde falleció el astro, Santiago Giorello, ofrecieron sus versiones sobre las condiciones del lugar en el que Maradona pasó sus últimos días. Sus testimonios refuerzan la idea de que la casa no estaba adecuadamente equipada para el estado de salud del exfutbolista.
Flavia Jordan aseguró que la casa fue elegida por Maradona y su hija Gianinna, y que el contrato de alquiler fue firmado por Jana Maradona. Sin embargo, Giorello expresó sus dudas sobre la idoneidad de la vivienda, ya que el baño en la planta baja no contaba con ducha, lo que generaba complicaciones para el astro argentino. Además, señaló que en el momento del traslado de Maradona, se le aseguró que tendría asistencia médica permanente y que una ambulancia estaría disponible, algo que no se cumplió según su testimonio.
Continúa el juicio por la muerte de Maradona
El proceso judicial ha estado marcado por revelaciones sobre la atención médica que recibió Maradona en sus últimos días. Este lunes, se esperaba que los querellantes llamaran a declarar a nuevos testigos de manera sorpresiva, estrategia que ya emplearon en audiencias anteriores. La defensa ha cuestionado esta táctica, pero los jueces han determinado que no es obligatorio avisar con antelación sobre los testigos citados.
Uno de los testimonios más impactantes fue el del guardia de seguridad Juan Alberto Soto, quien presentó registros de llamadas en su libro de actas. Según sus anotaciones, a las 12:15 del mediodía del 25 de noviembre de 2020, Maximiliano Pomargo, secretario de Maradona, solicitó la presencia de un médico. Colin Campbell Yrigoyen, vecino del barrio y médico, acudió al domicilio, pero declaró que el exfutbolista ya no tenía signos vitales desde hacía "una o dos horas".
Otro testigo crucial fue Carlos Pinto, médico de la empresa de emergencias médicas +Vida, quien confirmó la muerte de Maradona al llegar al lugar y constatar signos evidentes de rigidez cadavérica. Estas declaraciones refuerzan la hipótesis de que el exjugador falleció sin recibir la atención médica adecuada en sus últimas horas de vida.
En el banquillo de los acusados están siete profesionales de la salud, incluidos el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, quienes enfrentan cargos por homicidio simple con dolo eventual, delito que conlleva una pena máxima de 25 años de prisión. Además, la enfermera Gisela Madrid será juzgada en un proceso separado. Los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach serán los encargados de dictar una sentencia que podría marcar un precedente en la responsabilidad médica en Argentina.
