En una escena inesperada y simbólica, las cámaras de televisión enfocaron la sala de espera de los tenistas antes de su presentación en la pista central Philippe Chatrier de Roland Garros. No se trataba de los protagonistas habituales del tenis, como Novak Djokovic o Cameron Norrie, quienes debían disputar el siguiente partido. En su lugar apareció el delantero del París Saint-Germain, Ousmane Dembélé, cargando con orgullo el trofeo de campeón de la UEFA Champions League, recientemente conquistado por su equipo.
El gesto no fue casual ni improvisado. Dembélé, pieza clave en el título europeo del PSG tras vencer al Inter de Milán, se presentó en la catedral del tenis francés para rendir tributo a la gloria deportiva parisina. El trofeo, conocido popularmente como la 'Orejona', fue exhibido ante una multitud que aplaudió con entusiasmo. La escena adquirió aún más fuerza por la cercanía geográfica y simbólica con el Parque de los Príncipes, ubicado a menos de un kilómetro de distancia.
PSG, campeón de Champions League
Este homenaje fue también una acción de promoción que rozó lo cinematográfico, uniendo dos mundos de élite: el fútbol y el tenis. El PSG, que finalmente alcanzó la gloria europea, fue celebrado en un escenario tan prestigioso como Roland Garros. Con Dembélé en el centro de la pista, el momento sirvió para exaltar no solo el título del club, sino también al jugador, quien ha sido señalado como uno de los más determinantes en esta gesta continental.
En el palco, como testigo de honor, se encontraba Nasser Al-Khelaïfi, presidente del París Saint-Germain, pero también figura clave en el ámbito tenístico como presidente de la federación catarí de tenis, organizadora de torneos ATP y WTA. Su presencia reforzó el mensaje de integración entre deportes y subrayó la influencia del deporte qatarí en escenarios internacionales. La ‘Orejona’ en Roland Garros no solo simbolizó un título, sino también el poder de la sinergia deportiva y del orgullo parisino.