La Copa Oro no solo ha sido una vitrina deportiva para la selección nacional de Guatemala, sino también un espacio de encuentro para los connacionales que viven en el extranjero. Un emotivo ejemplo de ello se vivió recientemente en Minnesota, donde dos guatemaltecos, Elder Barrientos y Víctor Solares, se conocieron gracias a una transmisión de radio de A Primera Hora en Emisoras Unidas. Ambos vivían en Estados Unidos desde hace más de una década, sin conocerse, hasta que respondieron a una convocatoria que buscaba paisanos que estuvieran en la ciudad para asistir al partido entre Guatemala y Canadá.
Durante el espacio conducido por Felipe Valenzuela, se invitó a los guatemaltecos residentes en Minnesota a llamar a la cabina para compartir su emoción por el encuentro. Elder y Víctor respondieron por separado, pero la radio los puso en contacto. Se comprometieron al aire a conocerse y asistir juntos al partido, promesa que cumplieron al encontrarse el domingo en el US Bank Stadium. "Nos conocimos el domingo donde nuestra Guatelinda venció en penales a Canadá", compartió Elder con entusiasmo en un mensaje posterior.

Guatemala en semifinales de Copa Oro
Lo conmovedor de esta historia no radica solo en el encuentro, sino en lo que representa. Elder trabaja herrando caballos, mientras que Víctor, originario de San Luis, se dedica a la fabricación de gabinetes para cocinas. Ambos llevan años de lucha y esfuerzo en suelo extranjero, lejos de su tierra natal, pero con el corazón fuertemente unido a ella. La pasión por la selección nacional fue el puente que los conectó, demostrando que, incluso a miles de kilómetros de distancia, la identidad guatemalteca sigue viva y encuentra formas de manifestarse.
La victoria de Guatemala sobre Canadá en la tanda de penales selló no solo un triunfo deportivo, sino también una historia de hermandad entre paisanos. Ahora, la Bicolor se prepara para enfrentar a Estados Unidos en las semifinales este miércoles 2 de julio a las 17:00 horas. Más allá del resultado, historias como la de Elder y Víctor nos recuerdan que el fútbol y la radio aún tienen el poder de unir corazones y hacer patria, incluso lejos de casa.
