Nicolás De la Cruz se encuentra en el centro de una controversia que podría derivar en acciones legales contra el médico del Flamengo, José Luiz Runco, tras la filtración de información confidencial sobre su lesión. El director del área médica del club brasileño dio a conocer detalles sobre una supuesta lesión "crónica e irreparable" en las rodillas del futbolista, información que fue difundida públicamente sin el consentimiento ni autorización del jugador ni de su equipo de representación. Esta situación ha generado un fuerte rechazo por parte de De la Cruz y sus agentes, quienes consideran que se ha vulnerado su derecho a la privacidad médica.
El principal problema radica en la exposición pública de datos clínicos que, según el comunicado oficial difundido por la agencia que representa a De la Cruz, constituyen información sensible y protegida. La agencia cuestionó la ética profesional de Runco y anunció que evaluará la posibilidad de tomar medidas legales para resarcir el daño ocasionado. Entre las opciones contempladas podrían estar una demanda por violación de la privacidad y confidencialidad médica, así como por posibles perjuicios a la imagen y carrera del futbolista, dado que este tipo de filtraciones pueden afectar su valor deportivo y comercial.
Nicolás de la Cruz analiza tomar acciones legales
Además, el comunicado de los representantes de Nicolás de la Cruz recordó que el jugador mantiene una trayectoria deportiva destacada, con un récord de partidos importantes tanto en Flamengo como en la selección uruguaya. Resaltaron que la declaración del médico no solo es imprecisa sino también perjudicial, ya que genera dudas innecesarias sobre la capacidad de De la Cruz para continuar su carrera profesional. Esto también abre la puerta a posibles reclamaciones por daños morales, dado que las afirmaciones públicas sin fundamento comprobado pueden afectar la reputación del deportista ante clubes, hinchas y patrocinadores.
Desde el punto de vista legal, Nicolás de la Cruz podría iniciar una demanda por incumplimiento del deber de confidencialidad médica, un principio fundamental en la práctica sanitaria que protege la información del paciente. De confirmarse que la filtración fue intencional o negligente, el jugador y su equipo podrían reclamar una indemnización económica y solicitar medidas para impedir futuras divulgaciones. También se podría explorar una denuncia ante organismos regulatorios y éticos del ámbito médico, buscando sanciones profesionales para el responsable.
Finalmente, esta situación ha trascendido el ámbito deportivo para instalarse en la esfera pública y mediática, con el propio De la Cruz enviando un mensaje de fortaleza y resiliencia a través de sus redes sociales. Sin embargo, el daño potencial a su carrera y bienestar personal hace que la vía legal sea una opción viable y probablemente necesaria para defender sus derechos y preservar su imagen. Las próximas semanas serán decisivas para determinar si Flamengo y el médico José Luiz Runco asumirán responsabilidades o si la situación se judicializará en defensa de Nicolás de la Cruz.



