Deion Sanders, leyenda del fútbol americano y actual entrenador en jefe de los Colorado Buffaloes, anunció este lunes con emoción que ha vencido el cáncer tras una complicada cirugía en la que le extirparon la vejiga. El exjugador, de 57 años, reveló durante una conferencia de prensa que se encuentra recuperado, fuerte y listo para volver al trabajo, a pesar de haber perdido alrededor de 11 kilos durante el proceso. "Ha sido un viaje tremendo. Doy gracias a Dios por haber sido tan bueno conmigo", expresó con gratitud y determinación.
La noticia llega después de un periodo de incertidumbre que comenzó el año pasado, cuando sus problemas de salud le impidieron estar presente en algunas actividades con su equipo. Este verano, Sanders se limitó a asistir a conferencias de prensa y confesó que, en mayo pasado, la situación era tan grave que incluso redactó su testamento. "Mental y emocionalmente fue muy difícil. No es nada fácil pensar que quizás ya no estarás aquí", confesó, conmoviendo a la audiencia.
Deion Sanders envía un mensaje de vida
Deion Sanders es una de las figuras más influyentes en la historia de la NFL. Campeón del Super Bowl con los San Francisco 49ers en 1994 y los Dallas Cowboys en 1995, también tuvo pasos destacados por los Atlanta Falcons, Washington Redskins y Baltimore Ravens. Además de su carrera en el fútbol americano, brilló en las Grandes Ligas de Béisbol con equipos como los New York Yankees y los Atlanta Braves, lo que lo convirtió en un ícono del deporte estadounidense por su versatilidad y talento.
Durante su intervención, Sanders no solo celebró su recuperación, sino que aprovechó la ocasión para enviar un mensaje de conciencia sobre la salud masculina, especialmente en relación con el cáncer de vejiga. "Hombres, háganse todos una revisión porque si no fuera por eso no estaría aquí hoy", exhortó, haciendo un llamado a dejar la vergüenza de lado y a tomar responsabilidad sobre el bienestar personal. Enfatizó que este consejo aplica a todos los hombres, sin distinción de raza o edad.
A pesar de los cambios físicos y las secuelas que aún enfrenta, como la necesidad de un catéter y frecuentes visitas nocturnas al baño, Sanders se mostró positivo y hasta bromeó al respecto: "Orino cinco o seis veces en la noche como mi pequeño nieto".