El Real Madrid vivió una situación inesperada en la previa de su estreno en la Liga de Campeones. La visita del personal sanitario de LaLiga a la ciudad deportiva de Valdebebas obligó al club a retrasar una hora el entrenamiento oficial programado por la UEFA. Seis futbolistas fueron sometidos a un control antidopaje de rutina, lo que alteró los planes del técnico Xabi Alonso, quien lamentó que este tipo de procedimientos no dependa de la planificación interna del club.
Desde la institución merengue no ocultaron su malestar por el momento elegido para realizar la inspección. Aunque se trata de protocolos habituales de LaLiga, en el Real Madrid habrían preferido que el control se llevara a cabo después del partido de Champions, evitando así interrumpir la preparación de un encuentro tan importante como el que disputarán frente al Olympique de Marsella en el estadio Santiago Bernabéu.
Real Madrid es la víspera de su debut en Champions League
A pesar del retraso, el entrenamiento se desarrolló con normalidad una vez concluido el proceso. Jude Bellingham y Eduardo Camavinga, en proceso de recuperación, ya completaron la sesión al mismo ritmo que el resto del grupo, mientras que Endrick participó durante parte del trabajo. La evolución positiva de los tres jugadores supone una buena noticia de cara a su pronta reincorporación a la competencia oficial.
La práctica comenzó con una charla técnica en la que Xabi Alonso analizó en vídeo las fortalezas del conjunto francés. Posteriormente, la plantilla pasó por el gimnasio para realizar ejercicios de activación y saltó al césped para entrenar con balón. La jornada incluyó series de remates, trabajos tácticos y partidos en espacios reducidos, con las ausencias destacadas de Ferland Mendy y Antonio Rüdiger, quienes continúan recuperándose de sus respectivas lesiones.



