La salida de Carlo Ancelotti del Real Madrid abrió un capítulo de expectativa e incertidumbre en el club, que atravesaba un periodo de resultados irregulares y necesitaba un nuevo rumbo. Para liderar ese proceso, la directiva apostó por Xabi Alonso, un entrenador cuya reputación había crecido exponencialmente tras su exitoso paso por el Bayern Leverkusen. Su llegada representaba no solo un cambio generacional en el banquillo, sino también la esperanza de revitalizar uno de los proyectos más ambiciosos del fútbol europeo.
No obstante, la adaptación no ha sido tan fluida como se esperaba. Aunque el estilo de Alonso apunta a modernizar el juego del equipo, los resultados han sido dispares y el técnico aún no consigue consolidar un funcionamiento estable. A esto se suman las tensiones internas, especialmente en un vestuario acostumbrado a gestionar egos de talla mundial. Entre esos choques, el más mediático ha sido el que mantiene con Vinícius Jr., una de las piezas más determinantes del plantel.
El toma y dame de Xabi Alonso y Vinícius
El conflicto alcanzó un punto crítico durante el último clásico ante el Barcelona, cuando Vinícius mostró su molestia tras su salida en el segundo tiempo. Según trascendió, el brasileño expresó abiertamente su descontento con Xabi Alonso, dejando en evidencia una fractura que venía gestándose desde semanas atrás.
La situación dio un giro aún más delicado cuando, de acuerdo con información del periodista Mario Cortegana, Vinícius comunicó a Florentino Pérez su decisión de no renovar contrato, encendiendo todas las alarmas en la cúpula merengue.
Este escenario coloca al Real Madrid frente a un dilema complejo: apoyar el proyecto de Xabi Alonso a largo plazo o intervenir para evitar la salida de uno de los futbolistas más determinantes del club. Cualquiera que sea la resolución, lo cierto es que la institución debe actuar con rapidez y prudencia para evitar que la tensión interna afecte aún más el rendimiento del equipo. El futuro inmediato dependerá de la capacidad de la directiva para conciliar intereses y preservar la estabilidad en un momento clave de la temporada.



