Los New York Knicks se proclamaron campeones de la NBA Cup este martes tras imponerse por 124-113 a los San Antonio Spurs en la final disputada en Las Vegas. El equipo neoyorquino firmó un extraordinario cierre de partido, especialmente en el último cuarto, que le permitió darle la vuelta a un encuentro que parecía escaparse. Con temple, experiencia y un notable dominio físico, los Knicks lograron un triunfo histórico para la franquicia.
El punto de inflexión llegó cuando los Spurs dominaban 81-92 a dos minutos del final del tercer cuarto. A partir de ese momento, Nueva York desató una ofensiva demoledora y cerró el partido con un parcial de 43-21. La intensidad defensiva y el control del rebote fueron claves, destacando Mitchell Robinson, quien aportó una actuación decisiva bajo el aro con 15 rebotes, 10 de ellos ofensivos, dando múltiples segundas oportunidades a su equipo.
New York Knicks tocan la gloria
Jalen Brunson fue elegido MVP del torneo y volvió a demostrar su liderazgo en los momentos decisivos. En la final sumó 25 puntos y 8 asistencias, coronando una NBA Cup brillante tras sus actuaciones previas. OG Anunoby fue el máximo anotador de los Knicks con 28 puntos y 9 rebotes, mientras que Karl-Anthony Towns firmó un doble-doble. Este título representa el primer trofeo para los Knicks desde el campeonato de la NBA conquistado en 1973, un logro muy esperado por la afición del Madison Square Garden.
Para los San Antonio Spurs, la derrota fue especialmente dolorosa tras una trayectoria destacada en el torneo, eliminando a rivales de gran peso. Victor Wembanyama aportó 18 puntos y 6 rebotes, aunque no logró marcar la diferencia en el tramo final. Dylan Harper fue el máximo anotador del equipo con 21 puntos, pero el esfuerzo colectivo no fue suficiente para frenar a unos Knicks que, con oficio y carácter, se consagraron campeones de la NBA Cup y escribieron una nueva página dorada en su historia.



