Después de una intensa jornada de actividades físicas o de trabajos que involucran esfuerzos inusuales, el dolor muscular se convierte en una molestia común para muchos. Este malestar puede surgir tras un fin de semana de fútbol, una larga tarde cargando bolsas de compras o una sesión de gimnasio que incluyó ejercicios exigentes para piernas y brazos. La inflamación muscular puede aparecer sin previo aviso, convirtiéndose en un verdadero desafío para el que lo padece.
El dolor muscular no discrimina. Afecta a personas de todas las edades, ya sean jóvenes que realizan deportes, quienes tienen un estilo de vida activo, o aquellas personas que pasan largas horas en posturas inadecuadas. Ante esta situación, muchos se preguntan: ¿qué se puede hacer para combatir el dolor muscular y seguir adelante con las actividades diarias?
Aquí te presentamos una serie de estrategias efectivas que pueden ayudarte a mitigar este incómodo problema.
Consejos para evitar y tratar el dolor muscular
- Estirar y calentar adecuadamente: Antes y después de realizar ejercicio, es fundamental dedicar al menos 10 minutos a estiramientos. No hacerlo aumenta el riesgo de sufrir dolor muscular posterior al ejercicio, ya que los músculos necesitan adaptarse a las exigencias impuestas.
- Mantente en movimiento: Aunque la tentación de permanecer en reposo es fuerte, movilizarse ayuda a recuperar los músculos más rápidamente. Actividades ligeras como caminar favorecen la circulación sanguínea y reducen la rigidez.
- Terapias de frío y calor: Expertos de la Clínica Universidad de Navarra sugieren el uso combinado de frío y calor. En las primeras 24 horas tras la actividad, el hielo puede ayudar a disminuir la inflamación y adormecer el área afectada, mientras que posteriormente, el calor favorece la relajación muscular, acelera la circulación y apoya la recuperación. Lo más efectivo es aplicar primero frío y luego calor.
- Hidratación y alimentación: La deshidratación es una causa habitual de calambres, a menudo relacionada con déficits de minerales esenciales como el magnesio y el potasio. Es crucial mantenerse bien hidratado y consumir alimentos ricos en estos minerales, como plátanos, espinacas y aguacates, que ayudan a mantener una función muscular óptima y disminuyen la probabilidad de contracciones dolorosas.
- Vitaflenaco como aliado: En caso que el dolor y la inflamación persistan, se sugiere la utilización de Vitaflenaco. Este producto, con su fórmula que incluye diclofenaco y vitaminas B1, B6 y B12, puede ser un aliado eficaz para aliviar el dolor muscular y permitir que retomes tu rutina sin interrupciones.
Es importante recordar que cualquier molestia debe ser atendida, y si persiste, lo mejor es consultar con un profesional de la salud. Mantener una buena rutina de estiramientos, una alimentación balanceada y un enfoque en la recuperación puede ser clave para evitar que el dolor muscular interrumpa tu vida diaria. Con estos consejos, podrás disfrutar de tus actividades físicas y cotidianas sin que el dolor te detenga.