Una redada migrante ejecutada el pasado viernes por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en zonas céntricas de Los Ángeles derivó en enfrentamientos, protestas y denuncias de abuso de fuerza por parte de los agentes. En medio del caos, vecinos y activistas lograron bloquear parte del operativo y forzar la retirada de varios elementos federales, en un intento por impedir detenciones masivas.
De acuerdo con reportes locales, los operativos provocaron la inmediata reacción de la comunidad, que salió a las calles para frenar el avance de las unidades de ICE. Videos difundidos en redes sociales muestran cómo residentes gritaban, se interponían físicamente y rodeaban los vehículos, obligando a algunos agentes a replegarse.
Organizaciones defensoras de derechos humanos denunciaron el uso excesivo de fuerza durante las redadas, donde también participó el Buró Federal de Investigaciones (FBI). Los agentes federales se presentaron con uniformes camuflados, vehículos blindados y equipo antimotines para enfrentar a los manifestantes que intentaban impedir más arrestos.
Personas detenidas
Según Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA), al menos 45 personas fueron detenidas durante los operativos, aunque la cifra podría aumentar con el paso de las horas, informó la agencia EFE.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, condenó públicamente los operativos. "Estas tácticas han causado terror en la comunidad", declaró, y lamentó que este tipo de acciones violen los principios de inclusión y respeto promovidos por la ciudad.
Como reacción a las detenciones, decenas de personas se congregaron frente al Centro Federal de Detención para exigir la liberación inmediata de los migrantes. La fachada del edificio fue vandalizada con pintas como "Fuck ICE" y "Abolish police", en señal de repudio.
Mensajes de alerta
En uno de los momentos más tensos de la jornada, un manifestante intentó frenar con sus brazos el paso de un vehículo presuntamente vinculado a ICE. El conductor aceleró y arrolló al joven, que quedó tendido sobre la acera. La escena fue registrada en video, causando indignación entre la comunidad y provocando una nueva oleada de protestas.
Mientras tanto, los mensajes de alerta continúan circulando entre la comunidad migrante por medio de redes sociales y mensajes de texto, en un esfuerzo por prevenir nuevas redadas. Organizaciones y activistas insisten en la necesidad de poner fin a estas tácticas que, aseguran, generan miedo, violencia y separación familiar en una de las ciudades con mayor población migrante de Estados Unidos.



