Washington vive momentos de indignación tras la detención de dos bomberos mexicanos que participaban activamente en el combate del Bear Gulch Fire, un incendio que ha consumido más de 3,642 hectáreas del Bosque Nacional Olímpico. La acción, realizada por agentes de la Patrulla Fronteriza, marca uno de los primeros casos en que oficiales federales ingresan directamente a una zona de incendio para realizar arrestos, según NBC News.
Pramila Jayapal, representante demócrata, calificó la detención como "absurda y completamente contraria a los intereses del país" en una publicación de Facebook, señalando que los agentes arrestaron a quienes combatían "uno de los incendios forestales más grandes de Estados Unidos".
El operativo se realizó alrededor de las 9:00 horas del miércoles 27 de agosto, cuando 44 trabajadores —divididos en dos equipos— se encontraban cerca del lago Cushman, a aproximadamente un kilómetro y medio de la línea de fuego, realizando labores de corte de madera. David Díaz, jefe de la cuadrilla, relató que observaron cómo una camioneta negra del operativo los seguía incluso mientras compraban provisiones.
De los 44 trabajadores, 20 eran mexicanos con pasaportes y visas de trabajo, pero dos fueron detenidos al sospechar las autoridades que estaban en el país de forma ilegal. Uno de los arrestados contaba con una orden previa de deportación, mientras que el otro estaba en proceso de regularizar su estatus migratorio, según abogados que denunciaron que la detención violó las políticas del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que prohíben aplicar la ley de inmigración en zonas de emergencia.
Gobernador se pronuncia
El gobernador de Washington, Bob Ferguson, expresó su "profunda preocupación" y criticó que la política de arrestos bajo la administración de Donald Trump se aplique incluso a bomberos que combaten incendios de gran magnitud. Michael Kerwin Schmidt, miembro de las Tribus Confederadas de la Reserva Indígena Umatilla y compañero de los detenidos, los calificó como "ejemplos a seguir" y destacó su compromiso con la labor de mitigación.
El DHS confirmó que la operación se realizó tras una solicitud de apoyo a la Oficina de Administración de Tierras de Estados Unidos, pero aseguró que los esfuerzos para controlar el incendio no se detuvieron durante la intervención. Mientras tanto, los abogados continúan exigiendo la liberación de los bomberos, argumentando que su arresto fue injustificado y puso en riesgo tanto su seguridad como la de la comunidad durante la emergencia.



