El presidente de la Primera Sala de la Corte Suprema de Brasil, Cristiano Zanin, abrió este martes la primera sesión de la fase final del juicio por golpismo contra el exmandatario Jair Bolsonaro y siete de sus antiguos colaboradores.
La sesión comenzó con la lectura de un acta del proceso, tras lo cual Zanin le pasará la palabra al magistrado Alexandre de Moraes, quien actúa como relator y presentará un resumen del caso y de las acusaciones que enfrentan los ochos reos, que, según calculan fuentes jurídicas, pueden suponer penas de hasta unos 40 años de prisión.
De Moraes señaló a los acusados de buscar imponer "una verdadera dictadura" en Brasil.
"Solo queda lamentar que en la historia republicana haya habido un nuevo intento de golpe contra instituciones y contra la democracia para instalar un estado de excepción y una verdadera dictadura", dijo el juez en la primera de las sesiones de la fase final del juicio, que se extenderá hasta la próxima semana, en Brasilia.
De Moraes empezó la lectura del informe del caso afirmando que una "verdadera organización criminal" intentó romper el orden democrático en momentos en el que el país atravesaba "una nociva radical y violenta radicalización política".
El magistrado citó que desde el grave asalto a las instituciones del 8 de enero de 2023, cuando miles de simpatizantes de Bolsonaro vandalizaron las sedes de los tres poderes para incentivar una intervención militar contra el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, el Supremo ha dictado cerca de 700 condenas relacionadas con ese episodio.
En este sentido, pidió no confundir la pacificación del país con la impunidad. "La historia enseña que la impunidad, la omisión y la cobardía no son opciones para la pacificación porque el camino más fácil, el de la impunidad, deja cicatrices traumáticas y corroe la democracia", añadió.
Fase final del juicio
Con la lectura del informe del proceso, por parte de De Moraes, la Primera Sala de la Corte Suprema de Brasil inició este martes la fase final del juicio contra Bolsonaro y otros sietes acusados de orquestar el complot golpista tras perder las elecciones de 2022 ante Lula.
El proceso, uno de los más importantes de la historia reciente de Brasil, ha estado además marcado por las injerencias del presidente de EE. UU., Donald Trump.
El dirigente republicano ha sancionado a varios jueces del Supremo brasileño, entre ellos De Moraes, e impuesto aranceles del 50 % a Brasil en represalia por el juicio a Bolsonaro, que ha descrito como una "caza de brujas" contra su aliado político.
Sin embargo, De Moraes dijo que "ese intento de obstrucción no afectará a la imparcialidad de los jueces del tribunal". "La soberanía nacional no puede, no debe y jamás será vilipendiada o negociada. La independencia judicial constituye un derecho fundamental de los ciudadanos" y "es un principio inflexible de la constitución brasileña", añadió.
*Con información de EFE



