Una familia del cantón Puente de Palo, en Escuintla, se llevó un gran susto cuando, al alistarse para preparar el almuerzo, descubrió una serpiente escondida bajo una churrasquera en su vivienda.
El hallazgo ocurrió mientras se disponían a encender el fuego. Al notar un movimiento extraño, inspeccionaron el área y confirmaron que se trataba de una serpiente. De inmediato llamaron a los Bomberos Municipales Departamentales de Masagua, quienes enviaron a personal especializado para atender la emergencia.
Los socorristas localizaron a la serpiente dentro de la cocina y, tras identificarla, confirmaron que se trataba de una serpiente coral falsa, una especie no venenosa conocida por su apariencia similar a la peligrosa coral verdadera. El animal fue asegurado y trasladado en una bolsa especial hacia el centro de rescate Antigua Exotic, donde se evaluará su estado antes de ser liberado en un área montañosa.
Más datos sobre la serpiente hallada en Escuintla
La serpiente hallada en Escuintla suele aparecer con mayor frecuencia en zonas cálidas y de baja altitud, como áreas costeras y agrícolas. Su presencia no es rara durante la temporada seca, ya que estos reptiles buscan refugios frescos dentro de estructuras humanas o debajo de objetos, como en este caso, bajo una churrasquera. Se alimentan principalmente de roedores, lagartijas y otras pequeñas serpientes, lo que las hace benéficas para el equilibrio del ecosistema local.
A diferencia de la coral verdadera, esta especie —del género Lampropeltis— carece de veneno. Sin embargo, debido a sus colores vivos (rojo, negro y blanco o amarillo), suele causar alarma entre quienes la encuentran. Aunque algunos aún recurren a la vieja regla de "rojo con negro, buen compañero; rojo con amarillo, peligro", los expertos advierten que esa frase no siempre es confiable, especialmente en regiones donde las variaciones de color pueden confundirse.
