El Tribunal de Mayor Riesgo E continuó este viernes 3 de octubre con el juicio en contra de Mauro Gustavo López de León, alias "Lupillo", señalado de participar en el asesinato de nueve agentes de la Policía Nacional Civil (PNC). El crimen ocurrió en el 2013 en el municipio de Salcajá, Quetzaltenango.
Tras más de 12 años de la tragedia, el sindicado se encuentra ante los órganos de justicia para resolver su situación legal y determinar si se comprobará o no su implicación en los hechos violentos que cobraron la vida de los miembros de las fuerzas de seguridad.
Durante la audiencia se finalizó con el diligenciamiento de la prueba documental en la que se presentaron los peritajes hechos a los cuerpos de las víctimas y los indicios localizados en la escena del crimen.
Después de esa fase, el tribunal aplazó la audiencia para el próximo lunes, 6 de octubre, cuando se procederá a consultar si hay nueva prueba para incorporar al proceso. De tenerse algún elemento más, se estaría notificando al tribunal. En caso contrario, se iniciaría con la etapa de conclusiones en la que el Ministerio Público (MP) tendría que solicitar una sentencia de carácter condenatoria.
"Lupillo" fue capturado en marzo de 2024 durante un operativo en la aldea San Ramón, La Montaña, en La Libertad, Huehuetenango. En ese momento, las autoridades dieron a conocer que es presuntamente miembro de la estructura criminal liderada por "Guayo Cano" y que figuraba en la "lista de los 100 más buscados en Guatemala".
Posteriormente, fue ligado a proceso penal por resolución del Juzgado de Mayor Riesgo C por la posible comisión de los delitos de asociación ilícita, asesinato y plagio o secuestro, y enviado a debate oral y público.
El caso
De acuerdo con la investigación del MP, el 13 de julio de 2013 un grupo de sicarios irrumpió en la subestación de la PNC ubicada en Salcajá, Quetzaltenango, y disparó contra los agentes que se encontraban en el lugar.
Los agresores también se llevaron secuestrado al subinspector César Augusto García, quien apareció desmembrado seis días después. Los restos del jefe policial fueron localizados en el río Valparaíso, en Huehuetenango. Tras los análisis respectivos se determinó que fue torturado, decapitado y descuartizado.
Presuntamente, el crimen habría sido cometido por personas vinculadas a Eduardo Francisco Villatoro Cano, conocido como "Guayo Cano". Por estos hechos, en el 2018 esta persona fue condenada a 372 años y ocho meses de prisión tras ser encontrada culpable de la muerte de los policías y delitos relacionados con el narcotráfico.
* Con información de Ángel Oliva, Emisoras Unidas 89.7



