El cielo nocturno será protagonista de un fenómeno especial este 23 de agosto, cuando se produzca la llamada Luna Negra. Este es un evento poco frecuente que ha despertado la curiosidad de aficionados y expertos en astronomía.
Aunque no se trata de un término oficial en la ciencia, este concepto se ha popularizado para describir fases inusuales de la Luna Nueva, aquellas en las que nuestro satélite permanece oculto a la vista humana. La Luna Negra puede definirse de distintas maneras según el contexto. Una de ellas ocurre cuando en un mismo mes se presentan dos lunas nuevas.
Otra, cuando en una estación determinada hay cuatro lunas nuevas, y la tercera recibe esta denominación. Finalmente, se le llama así al raro fenómeno de un mes sin luna nueva, lo que solo puede suceder en febrero.
La que se vivirá este 23 de agosto corresponde al tipo estacional, pues el verano boreal de 2025 contará con cuatro lunas nuevas: el 25 de junio, el 24 de julio, la del 23 de agosto y una más el 21 de septiembre. Por ello, esta tercera luna nueva recibe el nombre de Luna Negra, un fenómeno que no volverá a repetirse hasta 2027.
Más de la luna negra
Al igual que todas las lunas nuevas, la Luna Negra no podrá observarse directamente. Esto se debe a que la cara iluminada por el Sol apunta en dirección opuesta a la Tierra, dejando en completa oscuridad el lado visible desde nuestro planeta. Paradójicamente, lo que la hace invisible es lo que al mismo tiempo convierte la noche en un espectáculo único, ya que la ausencia de luz lunar permitirá disfrutar de un cielo estrellado más limpio y brillante.
El evento coincide con el final de la lluvia de meteoros Perseidas, uno de los fenómenos astronómicos más esperados cada año.
Gracias a la oscuridad de la Luna Negra, quienes se encuentren en lugares con poca contaminación lumínica tendrán una oportunidad excepcional para observar la caída de meteoros de manera más clara y espectacular.



