WhatsApp se ha convertido en una herramienta clave para los ciberdelincuentes que buscan nuevas formas de estafar a personas confiadas. Y aunque muchas campañas de fraude ya son conocidas, los estafadores no se detienen. Ahora utilizan inteligencia artificial (IA) para engañar de forma más sofisticada y peligrosa. Un reciente reporte internacional reveló una modalidad de fraude conocida como "Hola Mamá", que ha encendido las alarmas en todo el mundo.
La táctica consiste en utilizar IA para copiar la voz de hijos o hijas y enviar mensajes de voz falsos a sus madres, padres u otros familiares cercanos. A través de la vieja técnica del phishing, pero con tecnología avanzada, los estafadores logran manipular emocionalmente a sus víctimas.
Hola, mamá. Perdí mi celular, tengo una emergencia. Me bloquearon las cuentas, ¿puedes transferirme dinero a esta cuenta?", es el guion más común que usan.
Estafa por WhatsApp dirigida a adultos mayores
Este tipo de estafa está dirigido principalmente a adultos mayores o personas que no están familiarizadas con estas tecnologías. Sin embargo, cualquier usuario puede ser víctima si no toma precauciones. Según el especialista en ciberseguridad Jake Moore, de la firma ESET, los delincuentes solo necesitan encontrar audios públicos en redes sociales para replicar la voz de una persona y usarla con fines delictivos.
El engaño es tan verosímil que muchas víctimas no dudan en enviar el dinero sin verificar, creyendo que realmente están ayudando a un ser querido. Las plataformas de mensajería como WhatsApp, que permiten notas de voz y cambios de número frecuentes, se han convertido en canales ideales para estas estafas.
Una investigación de un reconocido grupo bancario a nivel mundial revela que, sólo en abril del 2025 se registraron estafas que ascienden a los US $170 mil por medio de este método.
Expertos recomiendan verificar directamente con la persona mediante una videollamada o llamada telefónica antes de realizar cualquier transferencia. También se aconseja establecer palabras clave con familiares para confirmar emergencias reales. En un mundo cada vez más digital, la desconfianza es la mejor defensa.