Posteriormente a “La Conspiración de Belén”, el 4 de mayo de 1814 se deroga la Constitución de Cádiz promulgada en el año de 1812, por el rey Fernando VII, volviendo a tomar vigencia la Inquisición, nuevamente con la derogación de la Constitución de Cádiz, la Plaza de la Constitución, es renombrada ahora con el nombre de “Plaza Fernando VII”.
El Rey Fernando VII, con la abolición de la Constitución de Cádiz, ordena la persecución de todo aquel ciudadano que apoye el sistema constitucionalista, por lo que José de Bustamante condena a seis años de reclusión a Antonio Larrazábal.
El 18 de septiembre del mismo año, se dictan las sentencias a todos los involucrados en el caso de “La Conspiración de Belén” por el fiscal Antonio Villar, declarando culpables a los implicados y sentenciándolos a la pena de muerte.
Dicto la pena de diez años de cárcel en África y el destierro perpetuo de los dominios de América para el religioso mercenario Fray Benito Miquelena, con la misma pena pero con ocho años para Francisco Montiel Cartujo y el Presbítero José Tomas Ruiz.
Los fugados de “La Conspiración de Belén”, José Francisco Barrundia y Manuel Julián Ibarra nunca fueron capturados.
EL 25 de enero de 1817 tres años después de su sentencia y debido a los oficios que interpuso el Ayuntamiento de Guatemala, se les otorga el indulto a todos los que participaron en la llamada “Conspiración de Belén” otorgado por su majestad Fernando VII.