En 1879, la Sociedad Literaria El Porvenir intentó infructuosamente crear un Himno Nacional para Guatemala. Hasta en 1889, el presidente de Guatemala, general Manuel Lizando Barillas, convocó a un concurso para elegir la música que complementaría la letra del Himno Nacional escrita por el poeta Ramón P. Molina.
En este certamen tomaron parte distinguidos compositores, y el triunfo fue adjudicado a la música presentada por Rafael Álvarez Ovalle.
Otro concurso
En 1896, el gobierno del general José María Reina Barrios convocó a un nuevo concurso, y de nuevo salió premiada la obra de Álvarez Ovalle, esta vez musicalizando un poema amparado con el seudónimo de «Anónimo».
El triunfo concedido nuevamente al maestro Álvarez Ovalle le costó los momentos más amargos de su existencia, pues hubo descontento entre los que no ganaron, quienes incluso hicieron llegar su queja hasta el primer mandatario.
Se repite
Reina Barrios, en presencia de los miembros de su gabinete, otras personalidades y maestros de arte musical, volvieron a escuchar todas las composiciones que compitieron en el concurso, habiendo salido electa nuevamente por unanimidad, la del maestro Álvarez Ovalle.
La letra del himno la escribió el poeta cubano José Joaquín Palma, y fue cambiada por el lingüista José María Bonilla Ruano.
Durante el gobierno de Ramiro De León Carpio se emitió un acuerdo mediante el cual se ordena que al principio de cualquier actividad oficial debe entonarse el canto patrio.