La Organización Internacional de las Migraciones de las Naciones Unidas (OIM) propició la creación de la Red de Articulación Transfronteriza Guatemala –Honduras para atender los procesos migratorios en el Puesto Fronterizo Integrado Corinto.
De acuerdo con un comunicado de prensa, la OIM aportó a la generación de un espacio de cooperación binacional entre El Salvador y Honduras, parta identificar y referir casos de migrantes vulnerables a la trata de personas.
Asistencia humanitaria
Según la organización, las dinámicas de movilidad humana en Corinto demandan mejorar la asistencia humanitaria, los servicios legales, la atención médica y psicosocial, la profesionalización del personal a cargo y la generación de datos estadísticos que aporten la toma de decisiones a las autoridades de ambos países.
El acta de creación de la Red de Articulación Transfronteriza Guatemala-Honduras, estipula que las instituciones participantes integraron un Comité Técnico Rector y elaboraron un plan de trabajo anual que contempla actividades como jornadas de documentación para la ciudadanía hondureña que reside en comunidades fronterizas de Guatemala.
También señala la creación de un protocolo de coordinación interinstitucional entre los países y sistemas de datos, así como capacitación al funcionariado público, entre otras.
Plataforma institucional
El espacio denominado Red de Protección a Personas Migrantes en Condiciones de Vulnerabilidad en el Sur de Honduras y La Unión, El Salvador, fue la plataforma que reunió a 32 instituciones de ambos países para establecer mecanismos que permitan prevenir y combatir la Trata de Personas.
Entre las acciones llevadas a cabo, destaca la validación de un flujograma para referenciar posibles casos tanto a nivel local como binacional. De igual manera, se generó un diagnóstico y mapeo de la situación en la frontera El Amatillo.
Las autoridades señalaron que este logro se registró durante la última reunión transfronteriza, organizada recientemente por la OIM y la Mesa Departamental sobre Migración de Izabal, donde se revisaron los avances en materia migratoria, las herramientas internacionales con las que se cuentan y la situación de los derechos humanos de los grupos en movimiento que enfrentan vulnerabilidades particulares.