Varios centenares de médicos cubanos aguardaban este jueves en el aeropuerto de Brasilia la salida de los dos primeros vuelos fletados de vuelta a la isla tras la decisión de La Habana de suspender el programa de envío de doctores por las críticas del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro.
Con la salida de este primer grupo, integrado por 430 profesionales, arranca la retirada de los más de 8.300 galenos cubanos que trabajaban en Brasil con el programa Más Médicos, y que dejarán el país antes del 12 de diciembre.
Portando voluminosos equipajes, cajas de electrodomésticos y televisiones -muy difíciles de adquirir en la isla- muchos se agolpaban en el área de facturación del aeropuerto de Brasilia desde el inicio de la tarde a la espera de la salida de los vuelos.
“En las primeras horas del viernes comienzan a llegar a la Patria los apóstoles de la salud cubana que son #MasQueMedicos. Nuestro homenaje a los hombres y mujeres que hicieron historia en Brasil. Bienvenidos a casa”, publicó en Twitter el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien se espera que les reciba en el aeropuerto.
Esta primera salida se produce apenas una semana después de que Cuba anunciara el pasado miércoles que abandonaba el programa Más Médicos, en el que participa desde su creación en 2013 a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La Habana respondía así a las críticas del ultraderechista Bolsonaro, que había condicionado la permanencia de estos médicos a que pasen exámenes para revalidar sus competencias, reciban su salario integral y puedan traer a su familia.
“Creo que es malo para el pueblo brasileño, principalmente para los pobres, porque van a sentir la falta de los 8.500 médicos cubanos que se están yendo”, valoró el médico Joendri Vera Fernández mientras aguardaba para facturar su equipaje, del que sobresalía una televisión y un equipo de sonido.
Un día después de la decisión, un primer grupo de 196 médicos aterrizó ya en La Habana, pero se trataba de una salida programada.
– ‘Esclavitud’ –
Lanzado hace cinco años por la presidenta izquierdista Dilma Rousseff, el programa ‘Mais Médicos’ permitió dar asistencia a la población de las regiones más pobres y rurales de Brasil, principalmente gracias a la llegada de profesionales cubanos, que ocupaban hasta ahora 8.332 de los 18.240 puestos, según el ministerio de Salud.
En el contrato actual, Cuba paga a sus médicos en misión sólo el 30% de lo que Brasil desembolsa por su trabajo, pero les conserva sus salarios y empleo en la isla y dedica el resto de las ganancias al presupuesto estatal.
Unas condiciones que Bolsonaro, quien asumirá la jefatura del Estado el 1 de enero, comparó con la “esclavitud”.
La partida de los cubanos deja, sin embargo, importantes carencias en la atención primaria de las zonas más desfavorecidas de este país de 208 millones de habitantes y tamaño continental, alertaron varias organizaciones.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Secretarías Municipales de Salud (Conasems), 29 millones de brasileños “quedarán sin asistencia” con la salida de los cubanos, especialmente en las regiones más remotas. La mayoría viven en los 285 municipios que no tendrán ningún médico tras su marcha, según un balance de esta organización recogido por el sitio G1.
Este martes el gobierno brasileño abrió una convocatoria interna para reemplazar las plazas que quedarán vacantes.
Actualmente, médicos y paramédicos cubanos trabajan en 67 países, una práctica que comenzó desde los primeros años de la revolución de Fidel Castro en 1959 y que ha sido calificada como “diplomacia de batas blancas”.
Esos servicios representan la principal fuente de ingresos de la isla con unos 11.000 millones de dólares anuales, por encima del turismo o los envíos de remesas de los emigrados.