Cooper estudió en la Universidad de Ohio y quería dedicarse a jugar baloncesto. Sin embargo, no fue incluido en el Draft 2013 de la NBA; por eso emigró a Europa y allá se convirtió en el jugador base del equipo AS Mónaco Básket en la lig francesa. Ya no le hemos visto en acción porque en el 2018 fue suspendido por una razón muy embarazosa, literalmente.
Hace un año, D. J. anunció que se retiraría un tiempo de las canchas y dijo a los medios que tenía algunos “problemas familiares” que necesitaba resolver. Nadie dudó de su palabra, pero hasta hace poco se descubrió el motivo real por el que no ha jugado desde entonces.
Como a todos los deportistas profesionales, a Cooper le hicieron pruebas antidoping y en los resultados se vio que el jugador estaba “limpio” de cualquier sustancia prohibida por la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA).
Lo extraño fue que dio positivo a una sustancia llamada gonadotropina coriónica humana, o gHC, una hormona producida durante el embarazo.
Cuando le preguntaron al jugador por qué estaba “embarazado”, él confesó que había usado orina de una mujer para el antidoping, sin saber que ella estaba esperando un bebé. La sorpresa fue también para Cooper, pues se rumora que la dama en cuestión es su pareja.
La FIBA suspendió a este basquetbolista desde el 2018 y él podrá volver a las canchas hasta el mes de junio del 2020.
Si los rumores son ciertos, quizá no fue la mejor forma de enterarse del embarazo, pero al menos Cooper tendrá tiempo suficiente para disfrutar los primeros años de su bebé y la emoción se ve en su rostro.