Un británico condenado a cadena perpetua por numerosos casos de violación a niños en Malasia, fue encontrado muerto en la cárcel, según la prensa, tras haber sido apuñalado.
El recluso, Richard Huckle de 33 años, se había declarado culpable de 71 agresiones sexuales y violaciones, y permanecía en una prisión de máxima seguridad, ubicada al norte de Inglaterra.
La investigación identificó a 23 víctimas, la menor de las cuales tenía seis meses. La policía encontró asimismo un registro en el que detallaba abusos cometidos a 191 víctimas, sirviéndose de su posición como voluntario de una asociación cristiana.
Huckle se centraba en los niños pobres de Kuala Lumpur y preparaba una guía destinada a los pederastas. “Los niños pobres son más fáciles de seducir que los niños de clase media occidentales”, escribió.
Murió en prisión
“Richard Huckle, preso en HMP Full Sutton, murió el 13 de octubre”, informó en un comunicado el departamento de Prisiones. “Se está realizando una investigación policial”, se leía en el informe.
Según una fuente citada por el diario The Sun, el hombre fue “apuñalado con un cuchilla de fabricación casera”.
La policía sospechaba que el hombre había cometido más violaciones de menores que las que confesó, entre su llegada a Malasia en 2006 y diciembre de 2014, cuando fue detenido en un aeropuerto londinense.
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— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) April 28, 2019