Un niño migrante de origen guatemalteco murió de hambre y sed el fin de semana en el estado de Coahuila, México cuando viajaba con familiares a la frontera con Estados Unidos.
Según informa el medio mexicano Zocalo, el niño de cuatro años de edad, encontró su fin en el tramo de la carretera Muzquiz-Boquillas del Carmen en el norteño estado de Coahuila.
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Según las autoridades, la abuela declaró que el menor murió “en el monte” y fue sepultado en el ejido Santa Fe del Pino en el municipio de Ocampo.
El niño era parte de un grupo de cuatro hombres adultos, dos mujeres y tres niños.
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Tragedia familiar
La abuela declaró a las autoridades del ejido Santa Fe que antes de que salieran de Guatemala, la madre del menor falleció.
Antes de su muerte, la progenitora había manifestado su deseo de viajar a Estados Unidos, por lo cual la abuela emprendió el viaje junto a su nieto, decisión que acarreó el trágico desenlace.
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El grupo de guatemaltecos fue rescatado por los agentes de la policía especializada mexicana en tema de migración en el ejido Los Lirios.
Al momento de ser rescatados el grupo manifestó que hacía días se les habían acabado las provisiones. Al momento de su encuentro con las autoridades, los guatemaltecos estaban sedientos y hambrientos.
Las autoridades lo llevaron a la localidad de Muzquiz para que fueran atendidos y procesados por el Instituto Nacional de Migración.
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En lo que va del año al menos cinco menores de edad de origen guatemalteco han muerto desde diciembre en el trayecto del viaje en busca del sueño americano.
Algunos han muerto en México y otros en manos de la patrulla fronteriza de Estados Unidos.
En diciembre perdieron la vida Jakelin Caal Maquin, de 7 años, y Felipe Gómez Alonzo, de 8, en dos casos muy polémicos ya que murieron bajo custodia.