Frida Kahlo, Cantinflas y Juan Gabriel no dejaron escapar la oportunidad de regresar al mundo de los vivos y se pasearon por el centro de Ciudad de México en el macrodesfile anual del Día de Muertos, que en los últimos años se ha reinventado como la festividad mexicana más universal.
Desde la plaza del Zócalo, corazón de la capital mexicana, y a lo largo de nueve kilómetros, miles de personas disfrazadas de muertos desfilaron junto a enormes carrozas y figuras alegóricas cuando queda menos de una semana para que los mexicanos reciban en sus casas a sus seres queridos fallecidos.
Como no podía ser de otra forma, el desfile arrancó presidido por una calavera gigante adornada con flores naranja de cempasúchil que, según la tradición, utilizan su intenso color para guiar a los difuntos a fin de que puedan reencontrarse con sus familiares.
Esta planta marcó el camino a las elegantes mujeres calavéricas o catrinas, un icono creado por el grabador Juan José Posada y popularizado por Diego Rivera, que saludaron a los 2,6 millones de personas que según la organización abarrotaron el centro de la ciudad para no perderse ni un detalle del desfile.
“Me gusta mucho ver al pueblo unido, que es una de las pocas veces que ocurre”, contó a Efe Sara, una mujer del público que cumple años esta semana y que siente el Día de Muertos y todas sus festividades como parte de su celebración de cumpleaños.
Para ella, el exitoso desfile es una forma para que los niños dejen de jugar con el celular y aprendan el significado de las tradiciones mexicanas.
Nadie podía presagiar la enorme popularidad que alcanzaría este evento cuando en 2016 las autoridades capitalinas decidieron reproducir el desfile de muertos que aparecía en la película “Spectre” de la saga James Bond.
Con información de agencia EFE