Un migrante hondureño tomó su guitarra y comenzó a cantar luego de que un centenar de centroamericanos cruzara la frontera entre Guatemala y México.
De Santa Bárbara, Honduras, Bradpy dedicó su canción a las autoridades así como a la población de México y de Estados Unidos.
Con la voz quebrada, rodeado de otros migrantes, su canto era de súplica para que los gobiernos entiendan sus motivaciones por las que abandonaron su país. Algunos no lograron contener las lágrimas.
Buscan contenerlos
Bradpy, junto a otros cientos de centroamericanos reunidos en la llamada “Caravana de la Esperanza, Dios es amor” atravesaron Guatemala y en el trayecto se fueron uniendo guatemaltecos, salvadoreños y nicaragüenses.
Al filo del mediodía de este lunes, los migrantes se lanzaron para cruzar el río Suchiate, que mantiene un bajo nivel en esta época del año, y corriendo ingresaron a territorio mexicano.
https://www.facebook.com/emisorasunidas/videos/216983589324126/
Los guardias nacionales mexicanos les lanzaron gases lacrimógenos. Aunque un número no determinado logró ingresar a ese país, la tensión aún persiste en la zona.
Los migrantes se concentraron la madruga de este lunes en el puente fronterizo Rodolfo Robles que conecta ambos países.
El grupo dio un tiempo de espera de tres horas para atravesar el paso formal pero optaron por cruzar el río Suchiate.
#EUMigrantes | Cientos de centroamericanos que viajan en caravana se lanzaron a cruzar el río Suchiate, en la frontera entre Guatemala y México, mientras Guardias Nacionales trataron de repelerlos con gases lacrimógenos.
📸 Fotos: @EBercian_PN🎥 Video https://t.co/xMOD6dVuFI pic.twitter.com/5ctlwABuUZ
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) January 20, 2020
El grupo está integrado por más de 3.000 migrantes, según estimaciones de autoridades migratorias.
Desesperación
Los migrantes de la caravana en la que también viajan familias completas con niños pequeños, se concentraron en la aduana de Guatemala.
Las autoridades guatemaltecas les permitieron ingresar al puente Rodolfo Robles, donde la reja del lado mexicano estaba fuertemente custodiada por agentes migratorios y guardias nacionales con equipos antidisturbios.
“Nos desesperamos por el calor que está afectando demasiado y más que todo es por los niños”, dijo el hondureño Elvis Martínez, de 33 años, a la AFP.
“Le pido a López Obrador que se ponga la mano en la conciencia” y nos deje pasar por el territorio mexicano, añadió.
Con información de la agencia AFP.