La enfermera estadounidense Megan Sites dio a luz con poco más de siete meses de embarazo, sin embargo, no conocerá a su bebé sino hasta que supere al coronavirus COVID-19, que la mantiene sedada y conectada a un respirador.
Los síntomas de Megan Sites comenzaron lentamente: un resfriado, fiebre, dolores, molestias y lo que se sintió como una infección sinusal o un resfriado.
Coronavirus: Trump afirma que EEUU probablemente “pasó el pico” de contagios
La joven madre de apenas 27 años se contagió debido a que su profesión la mantenía en un hospital, atendiendo a múltiples víctimas de la pandemia.
El hermano de la enfermera convaleciente, Shaun, declaró que en solo 24 horas el nuevo virus avanzó catastróficamente en ella.
“Sus pulmones simplemente estaban fallando. Para salvarla a ella y a su bebé, tuvieron que hacer una cesárea de emergencia”, dijo Shaun en entrevista para WDTN News.
Megan fue sedada, luego se le colocó una máquina de oxigenación con membrana extracorpórea (ECMO) que hace el trabajo del corazón y los pulmones: oxigena la sangre y la bombea fuera del cuerpo, a través de un pulmón artificial, luego vuelve a entrar.
Conectada a un ventilador
La enfermera mejoró ligeramente y ahora está conectada a un ventilador. Por otra parte, su bebé fue examinado dos veces para detectar la posible presencia de coronavirus y afortunadamente dio negativo. Actualmente se encuentra en una unidad de cuidados intensivos neonatales.
Donny Sites, esposo de Megan y padre del recién nacido, pudo sostener a su hijo por primera vez a tres días de su nacimiento. Sin embargo, no ha podido recibir todo el apoyo de su familia debido a la emergencia sanitaria.
“Ella era una enfermera, es esencial, tenía que ir a trabajar. Así que tenemos que quedarnos en casa para las enfermeras, los médicos y las personas que son esenciales”, refirió Kacie, cuñada de la enfermera Megan.
Con información de Debate y WDTN