México inició este lunes la reapertura gradual de algunas actividades económicas, con su presidente Andrés Manuel López Obrador nuevamente de gira por el país, que contabiliza casi 10,000 fallecidos por la COVID-19.
“Hoy inician actividades productivas que tienen que ver con la industria automotriz, con la minería y con la industria de la construcción”, dijo en su habitual conferencia López Obrador desde Isla Mujeres, un conocido balneario turístico cercano a Cancún, en el estado de Quintana Roo (sureste).
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“Tenemos que ir hacia la nueva normalidad porque esto lo necesita la economía nacional, el bienestar de nuestro pueblo, necesitamos ir poco a poco normalizando las actividades productivas, económicas, sociales y culturales”, agregó en una rueda de prensa a puerta cerrada, en la que como es costumbre apareció sin tapabocas.
Solo se autorizó el ingreso de unos pocos periodistas, distanciados unos de otros.
El mandatario izquierdista señaló también que se preparan protocolos para reactivar el sector turístico en Cancún a partir de la próxima semana. El turismo representa el 8.7% del PIB mexicano.
Con este viaje, para el que recorrió unos 1.600 km en automóvil durante el fin de semana desde la Ciudad de México, el gobernante retomó las giras por el país -en las que es común verlo rodeado de simpatizantes y repartiendo besos y abrazos- que había suspendido por la pandemia del nuevo coronavirus.
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Durante la semana, López Obrador, que descartó los actos masivos, recorrerá varias regiones del sur de México, entre ellas Tabasco, su estado natal, donde realizará eventos con pocas personas.
En particular dará inicio a las obras del “Tren Maya”, un tren turístico que recorrerá el sureste de México, emblema de infraestructura de su gobierno, pero cuestionado por organizaciones sociales y ambientales.
Silencio en el metro
Las giras de López Obrador se enmarcan en la llamada “nueva normalidad”, tras el confinamiento por la pandemia de covid-19, que dejaba hasta el domingo 90,664 contagios y 9,930 decesos.
El plan del gobierno contempla a partir de este lunes la activación de un semáforo, que al indicar color rojo, como ocurre actualmente en varias zonas del país, solo permitirá operar actividades consideradas “esenciales” como la construcción y la minería.
Gradualmente, hasta llegar al verde, se irán sumando otros sectores económicos, actividades en espacios públicos y finalmente las clases escolares, pero manteniendo distancia física y cuidado sanitario individual.
El domingo, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, reiteró que se mantiene un alto riesgo de contagio por la enfermedad.
“Es imprescindible que la sociedad sepa que el peligro persiste y que toda la República se encuentra en el semáforo rojo con excepción del estado de Zacatecas”, dijo en conferencia de prensa el responsable de la estrategia oficial contra la epidemia.
En Ciudad de México, uno de los focos rojos, también inicia una reapertura gradual de actividades a través de un semáforo cuya máxima alerta se mantendrá en principio hasta el 15 de junio.
Sin embargo, continuaría en ese nivel mientras las camas de los hospitales registren un 65% o más de ocupación.
Las autoridades de la capital también llamaron a la población a guardar silencio durante sus viajes en metro, que utilizan a diario 4,5 millones de personas en una red de 226 km.
“La campaña ‘callados prevenimos el contagio’ está encaminada a disminuir la emisión de gotículas que se generan al hablar, y que podrían ser factor de contagio en espacio cerrado”, dijo el gobierno en Twitter.
*Con información de AFP