Alemania decretó un confinamiento parcial, a partir del miércoles y hasta el 10 de enero, con el cierre de comercios “no esenciales”, escuelas y jardines de infancia, ante la segunda ola de coronavirus (Covid-19) que azota al país.
En una rueda de prensa, el dirigente de Baviera, Markus Söder, advirtió que la pandemia “está fuera de control”, y que se trata de “una catástrofe que afecta más que cualquier otra crisis en los últimos 50 años”.
En tanto, la canciller alemana, Angela Merkel constató los “muy numerosos fallecimientos” debidos a la epidemia, así como el “crecimiento exponencial” de las infecciones.
“Estamos obligados a actuar, y actuamos ahora”, dijo Merkel.
El confinamiento parcial implica que las empresas deben permitir a sus empleados trabajar desde casa o facilitar las vacaciones durante estas próximas tres semanas y media.
En Alemania, el número de nuevas infecciones diarias rozó las 30 mil el viernes y el sábado, muy por encima del promedio diario de la primera ola, que el país controló mejor que muchos países europeos.
El domingo, las cifras disminuyeron, a 20 mil 200 nuevas infecciones en 24 horas y 321 muertos, pero esto se debe, sobre todo, a que durante el fin de semana hay muchos casos que no se comunican.
Contactos sociales reducidos
En la práctica, los alemanes estarán sometidos a un confinamiento parecido al de la pasada primavera boreal, durante la primera ola de la pandemia.
Se deberán limitar los contactos sociales a un máximo de cinco adultos de dos hogares distintos.
Además, entre el 24 y el 26 de diciembre los ciudadanos solo se podrán reunir con sus familiares más cercanos, y quienes deseen celebrar la Navidad tendrán que reducir al máximo sus contactos en los siete días previos a las reuniones familiares.
Asimismo, quedará prohibida la venta de alcohol en la vía pública a partir del miércoles, después de que numerosos cafés y bares, cerrados desde hace algunas semanas, habilitaran puestos callejeros para vender vino caliente, tradición navideña muy arraigada en Alemania.
Después de seis semanas de cierre total de restaurantes, bares, teatros, cines, museos e instalaciones deportivas, Alemania ha constatado que estas restricciones son insuficientes, sobre todo de cara a las fiestas de fin de año.
En una encuesta publicada el jueves por la cadena ZDF, el 49 % de los alemanes afirmaba estar a favor de nuevas disposiciones, a pesar de la cercanía de las vacaciones de fin de año, frente al 13 % que se declaraba en contra.
Hasta ahora a los alemanes se les ha instado a “quedarse en casa”, pero tenían libertad de movimiento, y nunca se han visto sometidos a un confinamiento estricto como en España o Francia, por ejemplo.
*Con información de AFP