“Hola. Aquí Nightline. Te escucho”. Los teléfonos de esta línea gratuita de atención para jóvenes, gestionada por estudiantes, no paran de sonar desde marzo, cuando inició el confinamiento por la pandemia de coronavirus (Covid-19).
Estrés, ansiedad, depresión y problemas para conciliar el sueño son algunos de los padecimientos más recurrentes por los que quienes utilizan esta línea buscan ayuda.
Todas las noches, entre las 21:30 y las 02:00 horas (locales), la asociación Nightline recibe decenas de llamadas de alumnos con diferentes cuadros, en muchos casos agravados debido al confinamiento.
“¿Cuándo comenzaste a sentirte así?”, preguntan los voluntarios de Nightline. Y del otro lado de la línea, jóvenes de entre 18 a 24 años buscan un oído amigo para desahogarse.
Los voluntarios no dan consejos directos, sino que se limitan a prestar una escucha empática, compasiva y libre de juicios.
“A veces es más fácil desahogarse con alguien con el que no tienen una relación jerárquica, como un psicólogo, alguien como ellos que puede entender lo que están viviendo”, explica Daphne Argyrou, colaboradora en Nightline.
Así, parece que la pandemia ha dejado una profunda huella psicológica en los jóvenes.
Le service d'écoute de Nightline France fait son entrée dans la ville lumière ! ✨ Si vous êtes #étudiant·e·s à #Lyon et que vous souhaitez nous appeler ou devenir #bénévole, rendez-vous sur notre site Internet 👉 https://t.co/R9zysKEyIh pic.twitter.com/HkfN4vAffR
— Nightline France (@NightlineFrance) November 14, 2020
“No es fácil estar confinado”
Por motivos de confidencialidad, los voluntarios de Nightline no pueden revelar detalles de las conversaciones, pero señalan que entre los síntomas más recurrentes se presentan problemas de ansiedad, tristeza, aislamiento, bajo estado de ánimo, insomnio y la aparición de trastornos psicológicos como la depresión.
Florian Tirana, presidente de Nightline Francia, habla sobre el tema:
“Encontramos las temáticas habituales, como los problemas de soledad o de incertidumbre sobre el futuro, pero agravados por el confinamiento (…) Recibimos también muchas llamadas de estudiantes extranjeros, que tienen problemáticas particulares… No es fácil estar confinado en un país que no es el tuyo, cuya lengua no dominas, con otros códigos culturales”.
A partir del 17 de marzo, día en el que se decretó el primer confinamiento en Francia, la asociación, creada en 2016, notó una explosión en el número de llamadas.
“Entre 40 y 50 personas buscan contactarnos cada noche por teléfono o chat, es el doble que el año pasado”, añade Tirana.
[SOUTIEN ETUDIANT] Pour les adeptes d'Instagram, rdv sur 👉https://t.co/JU78u7sZtL pour suivre notre campagne tout le mois de décembre ! Un filtre, des challenges, des collabs, et plein d'autres surprises pour mieux vivre cette période ensemble 💚 #SantéMentale pic.twitter.com/qR05fXBpG9
— Nightline France (@NightlineFrance) December 3, 2020
Según una encuesta realizada por el Observatorio francés de la vida estudiantil (OVE), la mitad de los estudiantes sufrieron de soledad o aislamiento durante el primer confinamiento, y 31 % de ellos presentó trastornos psicológicos.
Los estudiantes extranjeros y aquellos con dificultades financieras son los más afectados.
Inés, una estudiante en arquitectura, comenzó a consultar a una psiquiatra tras una primera crisis de pánico.
“Mis días son mucho menos activos que de costumbre. Antes hacía mucho deporte, salía de fiesta. Ahora no duermo bien y me siento física y mentalmente exhausta, pese a que no hago gran cosa”, cuenta.
*Con información de AFP