Dos ciudadanos guatemaltecos fueron detenidos por la Policía de Richmond, Virginia, Estados Unidos, acusados de planear un tiroteo masivo el 4 de julio, el cual sería ejecutado en el anfiteatro Dogwood Dell, de esa localidad.
Los señalados fueron identificados como Julio Alvarado-Dubón, de 52 años; y Rolman Alberto Balacarcel, de 38.
El jefe de la Policía de Richmond, Gerald Smith, informó en conferencia de prensa lo que se conoce sobre el caso y mencionó que se les advirtió del posible hecho violento por medio de una llamada telefónica.
De acuerdo con declaraciones del funcionario que recogen medios estadounidenses, un informante anónimo llamó a la policía el viernes 1 de julio, tres días antes de la celebración del Día de la Independencia de los Estados Unidos.
Esta persona les explicó que había escuchado una conversación en la que alguien aseguraba que se estaba preparando un “tiroteo masivo” en el anfiteatro, con capacidad para 2 mil 400 personas.
Las investigaciones se iniciaron de inmediato por parte de la policía local y el Departamento de Seguridad Nacional, con apoyo del FBI, lo que permitió establecer que los dos connacionales podrían estar detrás de estas acciones.
Alvarado fue detenido el mismo día en el que se recibió la alerta y Balacarcel un día después. Las autoridades confirmaron que los señalados estaban en posesión de un arma de fuego.
También informaron que se inspeccionó una residencia de la localidad en la que se hallaron dos rifles de asalto, una pistola y 223 rondas de munición, elementos que podrían estar vinculados a los individuos.
“Su intención era llevar a cabo un tiroteo masivo durante las celebraciones del 4 de julio”, dijo Smith a la prensa. Añadió que se desconoce el móvil.
Salvar vidas
Smith elogió a la persona no identificada que avisó a la policía en Richmond, a unos 153 kilómetros de Washington, la capital de Estados Unidos.
“No se sabe cuántas vidas ha salvado este héroe ciudadano con una llamada telefónica”, dijo Smith.
Entre tanto la localidad de Highland Park, en Illinois, sigue conmocionada por la matanza del lunes en la que 7 personas murieron y otras 30 resultaron heridas al ser alcanzadas por disparos efectuados por un hombre armado con un rifle de asalto.
Robert Crimo, de 21 años, confesó la autoría del ataque y declaró a la policía que consideró cometer un segundo tiroteo en otra ciudad mientras huía, informaron las autoridades.